A través de esta iniciativa se refuerzan las actuaciones de control del mercado que realizan durante todo el año de forma coordinada la inspección de Consumo y el Laboratorio de Consumo de Galicia, al tiempo que se aporta información y formación en materia de consumo responsable pensada de manera especial para estas fechas a través de la Escola Galega de Consumo, con charlas en las que está prevista la participación de más de 1.000 personas.

Los controles en este marco se centran en los juguetes y, entre ellos, los destinados a menores de tres años, aquellos con ventosas, los peluches y las guirnaldas.

Consumo pretende garantizar "al máximo" la protección de los consumidores en una época en la que se incrementa la venta de productos para los más pequeños. La inspección de Consumo se encarga de tomar las muestras en el mercado, que posteriormente se envían al Laboratorio de Consumo de Galicia, el único oficial público acreditado por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) para el análisis de este tipo de productos.

En el caso de que se constate que alguno de estos productos presenta riesgos, se procede a notificar a la red de alerta de productos de consumo no alimenticios, un sistema de información que funciona en el ámbito estatal y europeo y que permite la rápida adopción de medidas de reacción coordinadas para garantizar la seguridad de los consumidores, como la inmovilización del producto, la retirada del mercado o la modificación de aquellas características que lo convierten en inseguro.

Por otra parte, el Instituto Galego de Consumo también intensifica la vigilancia en el cumplimiento de las obligaciones de los establecimientos que ponen sus productos a disposición de los consumidores: indicación de precios, etiquetado, publicidad o existencia de hojas informativas.