El suceso tuvo lugar en julio de 2015 en la localidad de Whitewater, en plena calle y ante varios testigos. El condenado golpeó al perro con una pala y lo arrojó, ensangrentado y aún vivo, por encima de una verja.

El animal acabó muriendo de las heridas dos días después en un hospital veterinario. Efrén Rodríguez Martínez, de 55 años, fue arrestado poco después. Al principio se declaró inocente y luego mentalmente incompetente para ir a juicio, finalmente admitió el pasado mes de junio ser responsable de la muerte del animal.

El perro era un cruce de terrier de pequeño tamaño de tres años que vivía en la calle, respondía la nombre de Rusty y varios vecinos lo alimentaban. Según los investigadores, uno de los testigos del maltrato preguntó a Efrén Rodríguez porqué lo había hacía, “gritando y profanando”, el señor Martínez contestó que “él podía matar a cualquier animal o persona que entrase en su propiedad”.

El responsable del Departamento que atiende a los animales, Chris Mayer, agradeció a la fiscal del distrito Sylwia Luttrell por “tomarse muy seriamente” el caso. “La prisión no es común en la mayoría de casos de maltrato animal, por lo que resulta extremadamente satisfactorio que el señor Martínez haya recibido este nivel de castigo”.