Sobre las cuatro y media de la madrugada, la Ertzaintza recibió el aviso de una central de alarmas que daba cuenta de que había saltado la alarma de intrusión en un comercio de la calle Alameda Urkijo.

Personada una patrulla de la Ertzaintza en el lugar indicado, los agentes vieron como un individuo salía costosamente por una ventana y se agachaba en la acera, intentando pasar desapercibido. Al dirigirse hacia él, el sospechoso detectó su presencia y echó a correr, intentando huir de los ertzainas. Sin embargo, tras una carrera de varios minutos, el individuo fue finalmente interceptado en la calle Rodríguez Arias.

Mientras los agentes identificaban al sospechoso como un varón de 23 años de edad, otra patrulla llegó al comercio del que había salido el presunto ladrón y comprobó que el cristal del escaparate estaba fracturado y en su interior encontraron la tapa de una alcantarilla.

En las cercanías encontraron el lugar del que había sido retirada, y cerca del comercio localizaron la caja registradora que había sido extraída del mismo, abierta y con varias monedas a su alrededor.

Por todo ello, una vez que el sospechoso fue identificado, y después de realizar las oportunas comprobaciones, los ertzainas procedieron a su detención bajo la acusación de un delito de robo con fuerza.