El Green Friday, o Viernes Verde, surge como alternativa al Black Friday, o Viernes Negro, para concienciar a los ciudadanos sobre el consumo de productos sostenibles, respetuosos con el medio ambiente y los seres humanos, y tras cuestionarse cómo se fabrican, dónde y su resiliencia.

El Viernes Negro es un hábito de consumo importado de Estados Unidos, donde se ha implantado anualmente después del primer viernes del Día de Acción de Gracias y en el que se ofrecen grandes descuentos, política de muchos comercios para dar inicio a la campaña de Navidad.

Las conclusiones de la reciente Cumbre de Cambio Climático de Marrakech han pedido a los ciudadanos, gobiernos y empresas un cambio en los hábitos de consumo ante la elevada emisión de gases de efecto invernadero que se producen en los procesos industriales con consecuencias nefastas para el calentamiento del planeta y la biodiversidad.

De ahí que varias empresas y organizaciones se hayan sumado a la iniciativa Viernes Verde y hayan propuesto una serie de sugerencias a los consumidores antes de adquirir cualquier producto: evitar artículos de usar y tirar; poner en práctica las tres erres (reparar, reciclar, reutilizar); comprar artículos locales, es decir todos aquellos en los que se ahorra en el traslado; los que tengan bajo consumo energético y mejor energía eléctrica que pilas. También aconsejan vitar el excesivo embalaje que produzca residuos —sobre todo el plástico, uno de los mayores contaminantes de los océanos—, y buscar artesanías o productos fabricados con materiales biodegradables o productos naturales, entre otros consejos.

Una de las opciones es el comercio justo, un sistema comercial solidario y alternativo al convencional que persigue el desarrollo de los pueblos y la lucha contra la pobreza. Se basa en condiciones laborales y salarios adecuados, el no a la explotación laboral infantil y respeto al medio ambiente.

La web de la ong WWF informa por su parte sobre la iniciativa para adoptar un ejemplar de una especie amenazada y su hábitat, entre las que están lobos, focas, pingüinos u osos polares.

Hay varios proyectos relacionados con árboles, entre ellos, "Apadrina un olivo", puesto en marcha por la asociación para la recuperación de 100.000 olivos yermos de Oliete (Teruel), con el que busca "involucrar a la sociedad en el trabajo de conservación de la biodiversidad" local e incluye a personas con discapacidades.

A la hora de consumir textiles, hay que tomar en cuenta que es "la segunda industria más contaminante del planeta", según informa Nieves Rey, directora de Comunicación de Ecoembes, entidad sin ánimo de lucro dedicada a recuperar y reciclar los envases domésticos.

La alternativa la brinda Ecoalf, empresa de Javier Goyeneche dedicada a la fabricación de moda a partir de residuos reciclados recuperados del mar por 160 barcos y Ecoembes, los mismos que el empresario español convierte en nylon para confeccionar sus prendas.

El Hervidero de Ideas, agencia creativa de comunicación y eventos para marcas amigas del medio ambiente, es otra opción a la cual se han sumando hasta el momento más de 150 empresas de todo tipo con un espíritu sostenible: alimentación ecológica, moda sostenible, accesorios, cosmética natural, juguetes y decoración, joyería, entre otras.

Según una encuesta realizada por Facua presentada este miércoles, ocho de cada diez consumidores creen que la mayoría de comercios oferta falsos descuentos en una parte de sus productos durante el Black Friday.

Los artículos electrónicos son de los más demandados en este día. El Estudio sobre Comercio Electrónico B2C (de empresas a consumidores) 2015 elaborado por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información, dependiente del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, el comercio electrónico en España facturó 20.745 millones de euros el año pasado.