Barcelona vetará a los vehículos más contaminantes en caso de episodios de alta contaminación

  • El año que viene no podrán circular en el espacio comprendido entre las rondas cuando haya episodios de mucha polución.
  • En 2020 el Ajuntament les impedirá totalmente moverse por la ciudad.
  • Estas medidas afectarán a los vehículos que no dispongan de la etiqueta adhesiva de la DGT.
Un atasco en la Ronda de Dalt de Barcelona.
Un atasco en la Ronda de Dalt de Barcelona.
EUROPA PRESS
Un atasco en la Ronda de Dalt de Barcelona.

Los vehículos más contaminantes empezarán a tener obstáculos para circular por Barcelona el año que viene y las trabas serán mayores dentro de tres años. Y es que a partir del próximo abril no podrán moverse por la ciudad en caso de episodios de alta concentración de dióxido de nitrógeno (NO2) y en 2020, se les vetará totalmente la circulación, unas medidas previstas en el plan contra la polución que la alcaldesa, Ada Colau, presentará en el pleno del viernes.

Estas prohibiciones entrarán en vigor en el espacio de la capital catalana comprendido entre las rondas, que se convertirá en una de las denominadas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) que prevé crear el Àrea Metropolitana de Barcelona.

Los vehículos afectados serán, en un principio, los que carecen de la etiqueta adhesiva de la Dirección General de Tráfico (DGT) que indica el potencial contaminante, es decir, los matriculados antes de 2000, en el caso de la gasolina, y de 2006, en el caso del gasóleo. Estos representan, según el consistorio, menos del 50% de los matriculados en la ciudad. Sin embargo, a partir de un estudio que llevará a cabo el Ayuntamiento el año que viene, el veto podría ampliarse en 2020.

Estas medidas forman parte de un paquete de 58, contempladas en el plan para combatir la contaminación, que ve la luz en un momento en el que esta ha aumentado. Según el último informe de la Agència de Salut Pública de Barcelona, la media anual de dióxido de nitrógeno (NO2) creció un 11% en 2015; la de partículas PM10, un 13%; y la de partículas PM2,5, un 16%. Estos incrementos sitúan a la ciudad por encima de los valores límite que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Entre las 58 acciones previstas en el plan, también están las de incentivar que los ciudadanos den de baja los vehículos contaminantes a cambio de abonos de transporte público y Bicing, promover medidas fiscales que premien a los coches más ecológicos y encarecer el aparcamiento en las zonas azul y verde para los que emitan más humos.

También aumentará el transporte público, por ejemplo, con la puesta en marcha de la L10 Sud del metro en la Zona Franca, la unión de los dos tranvías por la avenida Diagonal o el despliegue de la nueva red de autobuses y de más carriles bus.

Para pacificar el tráfico, está previsto, asimismo, extender las 'superilles', triplicar los carriles bici, ampliar el Bicing, maximizar la eficiencia del taxi y del reparto de mercancías e impulsar la movilidad eléctrica.

En caso de episodios concretos de contaminación, a partir del 1 de enero, el Ayuntamiento será el responsable de activar el seguimiento atento, que no supone ninguna medida concreta, mientras que la Generalitat activará los dos niveles superiores: el aviso preventivo y los episodios.

Cuando haya aviso preventivo por NO2, se comunicará a la población, a los centros sanitarios y a las escuelas o centras geriátricos, se harán campañas de sensibilización con la instalación de dos puntos de control de humos, se priorizará el transporte público con la implantación extraordinaria de carriles BUS-VAO en los accesos por la C-31, B-23, C-58 y C-16 y se movilizarán vehículos adicionales de transporte público.

En caso de episodio por NO2, se encarecerá o se llegará a prohibir el aparcamiento regulado en calzada para los no residentes, se impulsarán abonos a precios reducidos del transporte público y se restringirá la circulación de los vehículos que son más contaminantes.

Cuando la situación sea de aviso preventivo por PM10, se informará a la población, se activarán dos puntos de control de humos, se regarán con agua freática parques y plazas no asfaltados y se incrementará el riego de calles.

También se prohibirá el uso de sopletes en la limpieza de la vía pública y se comunicarán las obras que generen polvo. Estas estarán vetadas en caso de episodio por PM10.

Más control a los menos verdes

Para vigilar la circulación de los vehículos más contaminantes, la Guàrdia Urbana realizará controles y el Servei Català de Trànsit (SCT) está instalando lectores de matrículas en los accesos a Barcelona. Desde el consistorio no descartan empezar por informar a los conductores infractores e imponer sanciones progresivamente.

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