A.J.B. es considerada autora penal y civilmente responsable de "un delito continuado de apropiación indebida en concurso ideal medial con otro delito de falsedad en documento mercantil", concurriendo los subtipos agravados de "abusar de la firma de otro en blanco, ser el valor de lo apropiado superior a 50.000 euros

y afectar a un elevado número de personas", según la sentencia.

Tras el juicio, celebrado entre el 18 y el 20 de octubre, la sentencia señala que el 'modus operandi' era el de servirse de "la confianza que tenía y le tenían los clientes para hacerles creer que iba a constituir un plazo fijo con depósitos a mayor interés, cuando en realidad lo que realizaba era, a una gran mayoría, hacerles firmar un documento de reintegro de la cantidad depositada que incorporó a su patrimonio, no constituyendo nunca el depósito a plazo fijo que aseguraba iba a realizar a sus clientes".

También se destaca que los clientes "no dudaban de la profesionalidad y rectitud de la acusada, dejándola toda la documentación en su poder", por la "confianza" que había generado durante años entre los clientes.