El proyecto, según la documentación recogida por Europa Press, está cofinanciado al 80 por ciento por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), para mejorar el trazado de esta vía comprendido entre los puntos kilométricos cero y 17, toda vez que el delegado territorial de la Consejería de Fomento y Vivienda en Sevilla, Jesús María Sánchez, ha manifestado en un comunicado que "la previsión es que a lo largo de noviembre se pueda adjudicar ya la actuación, una vez que concluya el proceso de evaluación del medio centenar de ofertas presentadas a la convocatoria pública abierta para ejecutar los trabajos".

Según Sánchez, la previsión es contratar estas obras por unos 4,7 millones de euros y un plazo de ejecución de 15 meses. Según el delegado, el proyecto "continúa dando los pasos necesarios para responder a la demanda planteada por ambos municipios sevillanos, que reclamaban una circulación más segura en la A-8125, para los 2.600 vehículos diarios que la utilizan, un cuatro por ciento de ellos considerados pesados". "La actuación aumentará la seguridad, incrementará la comodidad en la conducción y reducirá tiempos", ha añadido.

EL TRÁGICO ACCIDENTE DE 2014

El estado de la carretera A-8125 saltó al debate público en abril de 2014, a cuenta de un trágico accidente de tráfico saldado con la muerte de una niña de tan sólo cinco años de edad, lo que intensificó las demandas en cuanto al arreglo de esta carretera por parte de una plataforma ciudadana y de los ayuntamientos de Arahal y Morón, gobernados entonces y ahora por Miguel Ángel Márquez (IU-CA) y Juan Manuel Rodríguez (PSOE), respectivamente.

Todos ellos solicitaban a la Junta el arreglo de la carretera dado su "lamentable" estado de conservación y la ausencia de suficientes garantías, en materia de seguridad vial, a la hora de circular por esta vía. Según los alcaldes, antes de la crisis mediaba un proyecto de reacondicionamiento integral de la carretera, si bien la actuación quedó congelada a cuenta de la asfixia económica de las administraciones.

Por eso, el proyecto promovido por la Consejería parte de que esta carretera cuenta con una anchura de calzada insuficiente, no dispone de arcenes y el firme presenta "cierto desgaste debido al uso". Además, se ha identificado un problema de drenaje del asfalto, complicando la evacuación del agua de lluvia durante los temporales.

AMPLIACIÓN DE LA CALZADA

La intervención prevista, en ese sentido, plantea una serie de trabajos que incluyen la ampliación de la plataforma para lograr una calzada de siete metros y arcenes de un metro con bermas de 0,5 metros, a la extensión de un nuevo firme que conformará una nueva rasante debidamente peraltada en las curvas, y la ejecución de 21 obras de drenaje transversal nuevas, sustituyendo a las actuales que tienen una capacidad hidráulica insuficiente. Igualmente, en los puntos donde se han detectado problemas de salto de agua y que coinciden con los arroyos Saladillo, Buitrero, Alameda y Barros se dispondrán obras de drenaje de mayor capacidad.

Por otro lado, también se plantea el ensanche de la vía y se ha previsto que éste se produzca por la margen derecha, en sentido a Morón, aunque variará puntualmente según el sentido de las curvas para poder conseguir una mejora en los radios. Además, será necesario modificar aquellos servicios que se vean afectados por las obras, como son los correspondientes a las líneas telefónica y eléctrica, un gaseoducto, un oleoducto y una tubería de abastecimiento.

Los últimos 600 metros de entrada a Morón serán objeto de refuerzo del firme dado que se trata de un tramo con las márgenes consolidadas que discurre por suelo urbano.