El cuidado del hogar implica también el de sus electrodomésticos. Y no solo para que luzcan limpios, sino para que gasten poco. Hay que tomar medidas para garantizar que nuestros electrodomésticos sean eficientes.

Si de renovar los electrodomésticos se trata hay que conseguir que la operación nos salga a buen precio en el momento de la compra, pero también con su uso; es decir que tengan larga vida. Antes de tomar una decisión de compra, en Remax recomiendan hacernos estas tres preguntas.

¿Reparación o sustitución?

Hay signos, como el humo en los electrodomésticos, que evidencian que la reparación no es una opción. Si la estimación de la reparación es más de la mitad del precio de una nueva máquina…es mejor comprar una nueva.

¿Nuevo o de segunda mano?

Hay muchas razones por las que en ocasiones, sus propietarios ponen a la venta un electrodoméstico que se encuentra en perfecto estado: mudanza a una casa más pequeña o más grande, la tentación de comprar un frigorífico americano, o por un traslado a otro país, entre otros. Sin embargo, esto no significa que el electrodoméstico deje de estar en buen estado. Antes de comprar uno nuevo, echa un vistazo a los anuncios clasificados o a las distintas aplicaciones de venta de productos de segunda mano. A veces, se encuentran gangas.

¿Nuevo pero con tara?

Existen muchos establecimientos especializados en vender electrodomésticos con pequeños defectos. Taras, pequeños golpes o arañazos suelen ser sus principales imperfecciones. Sin embargo, eso hace podamos comprar los electrodomésticos más modernos a mejores precios.

Debemos recordar que comprar electrodomésticos poco eficientes sale caro. Hay que revisar la etiqueta energética de los equipos eléctricos y electrónicos y la ficha de producto antes de comprar uno nuevo, teniendo en cuenta que la categoría más eficiente para la mayoría de los productos es la A+++.

El informe Análisis del consumo energético del sector residencial en España realizado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) concluye que una familia tipo española consume 10.521 kilovatios hora al año, distribuidos así:

Queda claro que el mayor peso, y con diferencia, está en calefacción y agua caliente. Le siguen los electrodomésticos. El IDAE calculó también canto gasta cada uno. El frigorífico, nevera o combo es el aparato con el que más cuidado debemos tener; como que consume tanto como la lavadora, el televisor y el lavavajillas juntos: