Cinco internos del centro penitenciario de El Acebuche iniciaron una huelga de hambre para que el juzgado de Instrucción 5 de El Ejido levante el secreto de sumario de la operación Zarpa contra la explotación sexual , por la que se dictó prisión preventiva contra ellos tras su detención el 19 de abril.

Fuentes judiciales cercanas al caso detallaron hoy que estos presos, cinco de los trece detenidos en la primera fase de esta operación como presuntos responsables de una red que pudo traer a España a unas dos mil mujeres rusas, iniciaron esta medida de presión el pasado lunes tras informar de la forma habitual a la dirección de la prisión.

Acusados indefensos

Las fuentes señalaron que la huelga, que en principio se prolongará hasta que la autoridad judicial levante el secreto de sumario, responde a la posible situación de indefensión a que se enfrentan los acusados, cuyos letrados no pudieron acceder durante los últimos cinco meses y medio a las actuaciones incluidas en el sumario.

El juez que instruye el caso comunicó en los últimos días a las partes su intención de levantar de forma parcial el secreto sumarial en cuanto sea practicada una última diligencia, previsiblemente la toma de declaración de alguno de los imputados en la causa.

Según informó en su día la Policía, los detenidos están acusados de delitos de tráfico ilegal de personas para su explotación sexual, y de delitos relacionados con la prostitución y contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y de los trabajadores.

Los cinco reclusos, que sostienen que se conocieron en prisión, iniciaron la huelga después de que el 19 de abril se diese por concluida la primera fase de la operación Zarpa, en la que fueron detenidos trece presuntos responsables de la red y 47 mujeres rusas que se encontraban de forma irregular en el país, donde las forzaron a prostituirse tras ser captadas en Rusia para viajar como turistas a España.

A esta operación, por la que se desmantelaron en un primer momento cinco clubes de alterne de El Ejido y Roquetas de Mar, le siguió una segunda fase desarrollada el 27 de julio, en la que fueron detenidos otros 21 presuntos responsables de la infraestructura de la organización en España, así como 67 mujeres rusas que eran explotadas en locales de Almería, Granada y Lleida.

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