Los minusválidos deben avisar dos horas antes para ir en Cercanías

  • Si necesitan ayuda para subir al tren deben llamar 48 horas antes.
  • Sólo los pocos trenes Civia están dotados de plataformas.
  • En las estaciones sólo te ayudan de 6 a 22 horas.
Un minusválido que quiera coger un tren de Cercanías debe llamar
con dos horas de antelación a Renfe para poder subir al tren en el caso de que no necesite ayuda. (
en pdf)

Podrá hacerlo únicamente en en los nuevos trenes Civia que son los únicos dotados de una plataforma que desciende hasta el andén de la estación siempre y cuando viajen por la línea C-1, que es la única que tiene ahora estaciones adaptadas.

Dos días de antelación

En caso de que necesite ayuda para subir al tren deberá llamar con 48 horas de antelación para que se le garantice que haya personal que le ayude a subir al tren.

Lo mismo sucede en algunos trenes de Larga y Mediana Distancia, aunque en estos casos la complicación es encontrar una estación en España que cumpla las normas de adaptabilidad para poder bajar la silla de ruedas.

Si no se llama con dos días de antelación o la estación no está adaptada se puede quedar en tierra.

Es lo que le pasó a Miquel Figueras en junio, cuando llamó a Renfe porque quería ir a Port Aventura con su familia, le dijeron que no podía viajar en tren porque "no había ningún tren adaptado para ir".

El viaje en tren es imposible para un minusválido si la estación no está adaptada.

En el caso de Barcelona sólo lo están las de Sants, Plaça Catalunya, Sant Adrià de Besòs, Badalona, Cabrera de Mar-Vilassar de Mar, Mataró y Calella, en la línea C-1, además de la Estació de França.

En el conjunto de España sólo hay un centenar de estaciones adaptadas para que Renfe ayude al minusválido a subir y bajar del tren.

El jefe de estación o cualquier otro empleado de Renfe es quien debe ayudar al minusválido a subir al tren o activar la plataforma para superar obstáculos arquitectónicos. Pero, si no lo hace entre las 6 y las 22 horas, que es cuando hay personal en las estaciones, tendrá muy complicado que alguien active esos mecanismos que le ayuden a moverse.

La realidad supera a la voluntad

Los autobuses le han ganado la partida al tren entre los minusválidos, ya que la mayoría de compañías de transporte terrestre dotan a sus buses de plataformas para que suban y bajen las personas con movilidad reducida.

David Casas afirma que Renfe "tiene voluntad", pero que la realidad con la que se encuentran las personas que, como él, van en silla de ruedas es otra. "Cómo te va a ayudar el jefe de estación a subir una silla de ruedas eléctrica que pesa 100 kg a un tren", comenta.

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