García-Page se ha mostrado confiado en que a lo largo de la sesión parlamentaria que acaba de arrancar en el Convento de San Gil "pueda ser un ejercicio útil, digno y decente de la política" donde a pesar de las diferencias entre partidas "se puedan conseguir acuerdos", en este caso en materia de agua.

En su opinión, el hecho de hacer coincidir la noticia del nuevo trasvase con este Debate "debe de ser una mala casualidad o una mala faena de alguien de Madrid desde el Gobierno de España, que justo hoy aprueban ni más ni menos tres trasvases en uno".

Por ello, ha insistido en pedir a PP y Podemos ese apoyo frente a un trasvase "realizado cuando en Levante muchos se resisten a poner en marcha las desaladoras que todos hemos pagado".