La queja principal que presentan se centra en la participación de las familias. "Los padres y madres no queremos ser solamente colaboradores externos, sino que aspiramos a participar con pleno derecho en todas las actuaciones relacionadas con la elaboración y aprobación de este modelo lingüístico", ha explicado en un comunicado la Gonzalo Anaya, quien considera que la participación de las familias que recoge actualmente el decreto es "insuficiente".

Para la Gonzalo Anaya, el decreto establece que la decisión sobre el nivel lingüístico que se implantará en los centros corresponde principalmente al profesorado y que se reduce la participación de las familias a la actuación en el consejo escolar. De esta forma, "son los profesores los que decidirán en qué lengua estudiarán nuestros hijos e hijas", ha destacado la Confederación.

Otro de los puntos del modelo que han sido "clave" para la Confederación es la consideración de que se garantice la equivalencia en cuanto a competencia lingüística del valenciano y del castellano. Por ello, considera que el nivel inicial o básico incluido en el decreto "no consigue este objetivo" y, por tanto, solicita que los niveles que se apliquen sean el intermedio y el avanzado en sus dos subniveles.

"Consideramos que se debe establecer como límite inferior los niveles que garanticen la adquisición de las competencias propuestas, es decir, que el modelo establezca como nivel mínimo el intermedio", ha manifestado.

Otros temas como la aplicación del modelo en zonas castellanoparlantes o en casos en los que los alumnos están exentos de estudiar en valenciano, también se ponen sobre la mesa a petición de la Gonzalo Anaya.

Las familias de los centros públicos han querido manifestar su especial preocupación por la formación del profesorado en competencias lingüísticas y técnicas tanto en inglés como en valenciano, así como el disponer del material diseñado y elaborado desde un enfoque plurilingüe.

Por ello, piden al Consell que la capacitación del profesorado sea real y efectiva en todos los niveles y que se traduzca en la adquisición de una competencia real en los alumnos y alumnas al finalizar sus estudios obligatorios.

Por últimos, los padres y madres de la Gonzalo Anaya no quieren que el modelo merme, en ningún caso, el nivel de enseñanza lingüístico que a día de hoy se estén impartiendo en los centros. "No se puede impartir un nivel inferior al que se está impartiendo ahora, por eso queremos saber qué nivel se determinará en los centros en los que ahora hay una línea en valenciano", concluyen.