Mediante obras que deben estar terminadas antes de que finalice octubre y con un cambio de una preferencia de paso, la administración municipal pretende evitar las largas colas de coches que suelen formarse a diario en la A-2 sobre el carril de acceso ubicado a la altura del ‘Mesón Hernando’.

Sin embargo, tal como lo refleja la prensa local de Guadalajara, “nada se plantea, en cambio, de otra serie de perjuicios cotidianos, como los que sufren casi a todas horas los que intentan acceder al Polígono de Cabanillas desde la N-320, con colas ocasionalmente kilométricas”.

Otra crítica que ha recibido la iniciativa de la administración consiste en que no se ha tenido en cuenta los problemas que sufren los conductores que circulan entre este ‘nudo’ y la salida hacia Madrid que se encuentra viniendo de Cabanillas por la N-320, “cuando se podría haber resuelto con un acceso directo de apenas 50 metros de longitud”, escribe la Crónica de Guadalajara.

De la misma manera, se espera que se tomen medidas para los ‘sustos’, y en algunos casos accidentes, provocados por las maniobras de cambio de carril a la altura de APAG, situaciones que se incrementan ante la apertura de un polígono industrial en el sector y de un club de alterne.

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