El aumento de ciclistas habituales en Reus ha obligado al Ayuntamiento a reglar el uso de las bicicletas en la ciudad. La respuesta a la constante promoción del sano hábito de usar la bicicleta en lugar del coche en determinadas ciudades está desbordando a algunos gestores municipales. Ahora toca

proteger al peatón.

Como ya ocurriera no hace mucho en

Salou o

Barcelona, por ejemplo, Reus ha tomado medidas, primero de sensibilización e información, y posteriormente de sanción, para

regular el uso de las bicicletas en el espacio público de la ciudad.

Una Comisión de Convicencia, formada por representantes de todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento, ha decidido que

las bicicletas no pueden circular por la acera de las calles de Reus. Será por las calzadas -con el riesgo que eso supone para los ciclistas- y no por las aceras por donde podrán discurrir, sin sanción, las bicicletas.

El primer teniente de alcalde, Eduard Ortiz, ha manifestado su intención de

"pacificar" el tráfico de coches de la ciudad, para reducir el peligro de los ciclistas, restringiendo la velocidad máxima a 30 kilómetros por hora en algunos lugares de la ciudad.

Los vehículos de dos ruedas también tendrán sus

propios lugares donde poder aparcarlas y se sancionará a los que lo hagan en otros lugares a los indicados como, por ejemplo, farolas, papeleras o bancos.

El Ayuntamiento tiene pensado realizar

charlas de sensibilización e información, antes de sancionar, en diferentes centros educativos de la localidad y entre las asociaciones cívicas de Reus.

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