La exalcaldesa de Valencia Rita Barberá ha dejado de ser militante del Partido Popular porque así se lo ha pedido la dirección del partido, pero mantendrá su escaño como senadora y, en consecuencia, su aforamiento. Así lo ha anunciado ella misma en un comunicado, en el que ha expresado su "voluntad de no dimitir del Senado" porque, a su juicio, lo contrario "podría entenderse como una asunción de culpabilidad".

La decisión de Barberá, que ella ha calificado de "muy dolorosa", se produce un día después de que el Tribunal Supremo abriese una causa contra ella por un presunto delito de blanqueo de capitales en el grupo popular del Ayuntamiento de Valencia, y en medio de profundas críticas y presiones de importantes dirigentes del partido, que no han parado de pedir públicamente que la senadora dé un paso atrás para no hacer más daño al partido.

Es lo que le habría gustado a la dirección nacional, que entregase el acta de senadora, pero ella, tras un día y medio de intensa negociación, se negó en redondo alegando que la ley la amparaba, como explica en su comunicado.

Al conservar el escaño, Barberá mantiene su condición de aforada y será investigada por el Supremo, en lugar de por un juzgado ordinario, que es el investiga el caso Imelsa y varias piezas separadas del mismo. Al dejar de pertenecer al PP, la senadora pasará al Grupo Mixto, en un movimiento similar al que hizo en el Congreso el exdiputado del PP Pedro Gómez de la Serna, después de la decisión de la Audiencia Nacional de investigar las millonarias comisiones que cobraba por asesorar a empresarios junto al ex embajador en la India, Gustavo de Arístegui.

Fuentes de la dirección nacional del partido han admitido que, de no haberse producido la baja voluntaria por parte de la exregidora, el partido habría convocado un Comité de Derechos y Garantías para suspenderla de militancia. "He solicitado mi baja del Partido Popular porque así me lo ha pedido el Partido y con ello, además de dar una muestra más de mi entrega a él, evito que nadie se ampare en mí para responsabilizarme de cualquier perjuicio o para esconder sus resultados políticos y electorales", afirma la exalcaldesa en su comunicado.

Amiga confesa de Mariano Rajoy, Rita Barberá lo ha sido todo en el PP, partido que ayudó a fundar y en el que ha militado durante más de 40 años. Fue alcaldesa de Valencia durante más de dos décadas y un referente en el PP, aunque ahora deja a la formación en una situación delicada al aferrarse a su escaño, justo cuando su líder y candidato trata de encontrar aliados con los que formar gobierno, y a 10 días de las elecciones vascas y gallegas.

No solo se han multiplicado las voces dentro del partido pidiendo su dimisión como senadora; también lo ha hecho de forma unánime la oposición, hasta el punto de que su único aliado hasta ahora, Ciudadanos, avisó el martes a Rajoy de que le retiraría su apoyo en otra posible investidura si no la apartaba de su escaño en caso de imputación formal. El pacto firmado entre ambas formaciones establece que "cualquier cargo político que haya sido imputado formalmente por delitos de corrupción debe ser apartado inmediatamente".