La crisis en el Mediterráneo le da un empujón al turismo español

  • España rebasó los 42 millones de turistas extranjeros hasta el mes de julio, un 11% más.
  • Las previsiones apuntan a más de 70 millones de turistas extranjeros a finales de año.
  • La pérdida de turistas en Egipto, Turquía, Túnez o Francia explica, en parte, las excelentes e históricas cifras del sector en nuestro país.
  • Caídas generalizadas del turismo en Europa en verano... pero España crece.
Playa Venus Beach en Marbella, Málaga.
Playa Venus Beach en Marbella, Málaga.
GTRES
Playa Venus Beach en Marbella, Málaga.

Todos los indicadores de 2016 muestran un crecimiento histórico del turismo español, la primera industria del país, el motor de nuestra economía. Por primera vez en su historia, España rebasó los 42 millones de turistas extranjeros hasta el mes de julio (un 11% más respecto al mismo periodo de 2015), y las previsiones apuntan a la llegada de más de 70 millones de turistas extranjeros a finales de 2016.

España, que en 2015 recibió más de 68 millones de turistas extranjeros y sumó en este sector ingresos superiores a los 50.940 millones de euros, es el tercer destino a nivel mundial por llegadas e ingresos; por detrás de Estados Unidos y China, y por delante de Francia (40.259 millones de euros), según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT) publicados en mayo.

El turismo español vive tiempos de bonanza, estamos literalmente desbordados (a veces) por la demanda extranjera. Pero, ¿es mérito propio o vamos a rebufo de las desgracias que agitan a nuestros competidores directos? Sería genial poder sacar pecho destacando únicamente lo primero, pero se debe más bien a lo segundo.

Las excelentes e históricas cifras españolas en el sector se originan, en parte, como consecuencia de la situación de la competencia directa. La crisis política (que no cesa) en otros países ribereños del Mediterráneo y el mensaje de inseguridad que transmite el terrorismo yihadista han significado para nuestro país el fenómeno del turismo 'prestado'. Así, mientras Europa (principalmente Turquía, Francia, Bélgica y Alemania) ve menguar sus cifras en la llegada de viajeros de larga distancia, España saca tajada de esta situación.

En el primer trimestre de 2016, el turismo en España creció por encima del 3% encadenando "diez trimestres consecutivos de incrementos". En parte se debió al fuerte aumento de la demanda extranjera a un ritmo muy por encima de lo previsto tras los atentados terroristas en Turquía y a la inseguridad percibida en destinos urbanos europeos, como resultado de los atentados en Francia y Bélgica. "Nuestros países competidores están fuera de juego", explica a 20minutos José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, la patronal de las empresas turísticas.

"Se consolida un atípico ritmo de crecimiento, a contemplar con toda cautela, donde más del 30% de la actividad es ya

atribuible a los crecientes flujos de una demanda externa prestada (supondrá el 60% del incremento de afluencia adicional en 2016)", dice un informe de Exceltur (Valoración turística empresarial del segundo trimestre de 2016).

En este escenario de "éxito puntual" el incremento de la demanda es en "gran parte prestada". ¿A qué países estamos 'robando' turistas? Los casi 660.000 turistas los recibidos en las Autonomías de 'sol y playa' (Andalucía, Comunidad Valenciana, Cataluña, Canarias y Baleares) se corresponden casi simétricamente con las cifras perdidas por países como Egipto, Turquía y Túnez, según la misma fuente.

Todo comenzó en diciembre de 2010. Las revoluciones árabes iniciadas a finales de aquel año en Túnez se expandieron como un rastrillo de pólvora por gran parte de los países del norte de África y Oriente Medio dando a luz a lo que en 2011 fue bautizado como la Primavera Árabe. Desde entonces, de forma progresiva, la inestabilidad geopolítica y la sucesión de atentados terroristas han llevado a esta zona del planeta, puntera en el turismo de sol y playa, a ver lastrada su industria turística y nosotros nos estamos llevando esa parte del pastel.

El segundo factor que explica las cifras históricas, indica Zoreda, lo encontramos en "la paulatina recuperación del consumo interno debido a que el ciudadano percibe una cierta mejoría de las expectativas económicas. Se han perdido los miedos de que la economía vaya a peor y se está recuperando un poco la demanda interna".

Francia se resiente y Turquía teme quedarse aislada

Los numerosos atentados terroristas que ha vivido Turquía en lo que llevamos de 2016 afectan cada vez más al turismo, su segunda fuente de ingresos. El pasado mayo, el país registró la peor caída de turistas extranjeros de los últimos 22 años, el 35% (con respecto al mismo mes de 2015), según el ministerio de Turismo local.

Son datos elocuentes y previos al atentado en el aeropuerto Ataturk de Estambul (en el que murieron 44 personas) y al fallido Golpe de Estado en julio, que dejó un saldo de cerca de 290 fallecidos (190 civiles). La situación se recrudeció tanto tras el ataque al aeropuerto más grande del país a las puertas del verano, que el propio secretario general de la OMT, Taleb Rifai, pidió a la comunidad turística internacional "no aislar a Turquía".

El informe sobre viajes en Europa este verano —elaborado por ForwardKeys en base a reservas aéreas efectuadas en más de 200.000 agencias en todo el mundo— asegura que el mayor descenso de viajes de larga distancia hacia el continente se registró en Turquía, con un desplome del 26,7%, así como Bélgica, con una caída del 21,4% de las llegadas. Este año, los belgas también han vivido el terror en primera persona cuando una cadena de atentados sacudió Bruselas el pasado mes de marzo.

En Francia (potencia turística mundial), París recibió un millón de turistas menos en el primer semestre de 2016. Tuvo un total de 14,9 millones de visitantes, una caída del 6,4% con respecto al mismo período de 2015, según cifras del Comité Regional de Turismo, que achacan la bajada al impacto de los atentados terroristas de noviembre. Por nacionalidades, entre los que más redujeron sus estancias en París o en los atractivos turísticos de su región destacaron los japoneses (46,2 %), los rusos (35 %), los italianos (27,7 %) y los estadounidenses (19,6 %).

Los datos que maneja el World Travel & Tourism Council (WTTC), un foro del sector turístico privado, también indican cambios a la baja en el turismo francés desde el pasado marzo. "En Francia, la previsión de la contribución directa del turismo al PIB se ha reducido (del 2,9% al 1,1%) agravada por los recientes incidentes en el país, incluyendo el atroz ataque vivido en la ciudad costera de Niza" el pasado 14 de julio, en el que fueron asesinadas 84 personas.

Al referirse a Turquía, la misma fuente asegura que la contribución directa de la industria al PIB se ha reducido desde marzo del -0,2% a -3,2%, debido al "aumento de los ataques terroristas, la disputa diplomática con Rusia, el Golpe de Estado fallido y la proximidad al conflicto sirio".

Tras el atentado al aeropuerto turco, Rafael Gallego, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), explicaba que la pérdida de turistas extranjeros en Túnez, Egipto y Turquía viene aumentando desde que comenzara la Primavera Árabe en 2011. ¿Cómo se traduce esto para España? "El crecimiento del mercado francés en España tiene que ver con que su destino era Túnez. El alemán, británico o italiano con Egipto y Turquía. Y el ruso con el bloqueo turco a Moscú", detallaba Gallego.

Egipto y Túnez se desploman

Por su parte, Egipto ha visto desplomarse casi un 50% su número de turistas extranjeros en el primer cuatrimestre de 2016, en comparación con el mismo periodo del año anterior, según la agencia oficial egipcia de estadísticas, CAPMAS.

Un total de 1.575.700 de personas visitaron este país árabe en los primeros cuatro meses del 2016, frente a los 3.076.200 que lo hicieron en 2005, como consecuencia del atentado terrorista contra un avión de pasajeros ruso en la península del Sinaí, que acabó con la vida de 224 personas en octubre pasado.

Tras el ataque, reivindicado por el grupo terrorista Estado Islámico, Rusia y Reino Unido prohibieron los vuelos con Egipto, una medida que continúa vigente.

La drástica reducción del turismo (una de las principales fuentes de divisas del país que representa el 11% de su PIB), se acentuó en abril, mes en el que registró un descenso del 54%, a pesar de las agresivas campañas publicitarias lanzadas por las autoridades.

Algo similar, aunque con cifras menos alarmantes, está ocurriendo en Túnez. Pese a las intentonas de la Oficina Nacional de Turismo por relanzar al país como destino seguro y soleado, el pasado junio las cifras volvían a dar suspenso en turistas extranjeros. Solo un día después del primer aniversario del ataque terrorista llevado a cabo por un islamista que se cobró la vida de 38 personas (la mayoría británicas) en la playa de Susa, trascendió que la cifra de turistas había vuelto a caer: un 21,5% menos en la primera mitad de 2016, con respecto al año anterior.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento