Un vuelo que se retrasó más de 18 horas dejó el pasado viernes a un total de 132 niños saharahuis pernoctando en el aeropuerto de San Pablo de Sevilla. Los menores han pasado el verano con familias sevillanas de acogida pertenecientes al programa Vacaciones en Paz, organizado por la Asociación de Amistad con el Pueblo Saharahui en Sevilla (Aapss).

Según ha informado un portavoz de Aena, dos aviones tenían previsto partir a las 22,25 horas de este pasado viernes a la localidad argelina de Tinduf, si bien sólo despegó uno de ellos por lo que, de los casi 280 niños saharahuis que iban a embarcar, sólo pudieron hacerlo la mitad. Los otros 132 se quedaron en tierra, como también ha informado El Correo de Andalucía.

Tanto la Aapss como el mismo aeropuerto decidieron que los niños saharuhuis pasarían allí la noche del viernes al sábado, a la vez que ha explicado que han sido asistidos en todo momento con comida y mantas por parte de trabajadores del aeropuerto, entre ellos personal de tierra y voluntarios de dicha asociación.

Finalmente, los niños pudieron embarcar en su avión con destino a su país de origen en torno a las 16,20 horas de este pasado sábado.

El objetivo del programa Vacaciones en Paz es defender los derechos básicos de los niños saharauis, derecho a la salud, a la alimentación, al ocio y a la educación, y evitar que soporten un verano de carencias sanitarias, nutricionales y vitales en un árido y pedregoso desierto a más de 50 grados de temperatura.

Como en años anteriores, la Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui de Sevilla, que organiza este programa desde su institución en 1992, ha llegado a un acuerdo para que los menores puedan tener asistencia odontológica, con la Fundación Luis Seiquer, y oftalmológica, con el convenio Ruta de la Luz.

Además, este año, gracias a la campaña del Apadrinamiento Colectivo, surgida y promovida desde el programa de actividades del proyecto de sensibilización social Ampliando la Familia, se han conseguido apadrinar más de 30 viajes de niños saharauis, sensibilizando a los colectivos y entidades apadrinadoras, de las cuales han surgido nuevas familias de acogida.

Durante el programa de vacaciones, todas las familias y colaboradores se han reunido en una serie de actos colectivos, como las visitas a Isla Mágica, al Museo de la Ciencia, al Parque Central de los Bomberos y a la manifestación del pasado 9 de julio para visibilizar la situación que vive la población saharaui desde hace 40 años.