El Murallito, referente para los turistas de la ciudad, celebra su décimo aniversario

  • El tren turístico abulense surgió de un proyecto redactado y presentado en 1992 y que cuajó y empezó a funcionar en 1997.
  • Uno de los problemas más graves ha sido la falta de apoyo municipal e institucional, lo que no ha impedido su buena salud.
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El tren turístico abulense en su parada de la plaza de San Vicente.
El tren turístico abulense en su parada de la plaza de San Vicente.
Antonio S. Sánchez
El tren turístico abulense en su parada de la plaza de San Vicente.

Uno de los emblemas turísticos de la ciudad de Ávila, el Murallito, cumple este año sus diez primeros años de vida, después de su puesta en marcha en 1997 de un proyecto redactado y presentado cinco años atrás, en 1992. El trenecito turístico abulense cumple una década al servicio de los turistas que visitan la ciudad en muy buen estado de salud.

Según explica Félix Peña, socio fundador del proyecto y que aún sigue al pie del cañón mostrando día tras día a los turistas cada uno de los rincones de la ciudad, "estamos muy contentos, porque han pasado desde entonces miles de personas por aquí y el 98 por ciento de ellas se han ido muy contentas"; y eso demuestra un privilegiado estado de salud, junto a los diez años de vida cumplidos, "a pesar de que se han pasado muchas cosas y no hemos gozado de ninguna ayuda por parte de institución alguna, más bien, todo lo contrario", aseguró Peña.

Lamentablemente, no habrá celebración alguna por el feliz décimo aniversario, ya que hace poco murió uno de los socios fundadores, aunque ellos siguen trabajando con gran satisfacción y orgullo por un proyecto que salió adelante hace diez años y que hoy es un símbolo para todos los abulenses.

El Murallito

El Murallito tiene una capacidad de 50 pasajeros y hace una media de 10 viajes diarios, con un precio de tres euros para niños hasta 12 años y mayores de 60 y cuatro para los adultos, convirtiéndose en uno de los grandes atractivos de los turistas para conocer la ciudad, a pesar de que en muchas ocasiones moleste a los conductores abulenses por su lentitud en las estrellas calles del casco antiguo, aunque siempre han sabido respetarlo.

El tren cuenta con techos panorámicos para no perder detalles de los monumentos por los que pasan, acceso para minusválidos, guías profesionales para grupos concertados con tiempo, documentales sobre la ciudad y sus monumentos durante las visitas nocturnas y un circuito cerrado de televisión, para vigilancia y seguridad.

A pesar de todo, este año, el verano "no ha sido de los mejores, debido a la climatología adversa", siendo los turistas de la segunda quincena de agosto los que utilizaron su servicio en mayor número.

El recorrido

El recorrido del Murallito ha ido cambiando con los años según se ha ido reestructurando la ciudad de Ávila en su casco antiguo;  pero, en la actualidad, parte de la plaza de San Vicente hacia la bajada del peregrino, siguiendo el contorno de la Muralla hasta la puerta del Rastro, el Mercado Chico, la iglesia de San Juan y la plaza del Corral de las Campanas, desde donde se dirige a la plaza de La Santa, calle Telares y por el arco del puente Adaja, recorre la ronda nueva y se dirige por Santa María de la Cabeza hasta el Monasterio de la Encarnación. Desde allí, ya para terminar, regresa hasta la avenida de Madrid para coger la ronda vieja y detenerse en su ubicación habitual, junto a la puerta de San Vicente.

Este recorrido tiene una duración de media hora, en la que los turistas pueden ir viendo monumentos como la Muralla, la Catedral, iglesias como las de San Vicente, La Santa o San Pedro, o plazas y palacios emblemáticos de la ciudad, mientras escuchan explicaciones del conductor, sobre historia, arquitectura, etc.,  a través de la megafonía, que se traduce a inglés, francés, alemán, japonés e italiano y, muy pronto, también al portugués, idioma que están pensando introducir debido al aumento de turistas que utilizan esta lengua.

Falta de apoyo municipal e institucional

Uno de sus problemas más graves es la falta de apoyo desde el Ayuntamiento y aún siguen esperando noticias de otro proyecto presentado hace unos siete años en el que se propuso la puesta en marcha de un tranvía para hacer recorridos exteriores, como ir a los Cuatro Postes o a los monasterios de Santo Tomás y de La Encarnación. Diez años luchando por un proyecto que ha dado mucho trabajo y por el que "no tenemos que agradecer a nadie nada, incluida la Cámara de Comercio, que no nos han ayudado en nada a que este proyecto haya cumplido diez años", concluyó Peña.

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