El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha vuelto a colocar la presión sobre los hombros del PP y de su presidente, Mariano Rajoy, que es a quien considera que corresponde por haber "ganado las elecciones" y ser la "primera fuerza política en votos y escaños". No obstante, le ha recordado que en España rige un sistema parlamentario y que el PP "no tiene la mayoría suficiente para poder gobernar", por lo que ha instado a Rajoy a buscar "aliados potenciales" y que intente "tender puentes" y poner en marcha un Gobierno "conservador no continuista" que aplique políticas distintas a las de los últimos cuatro años.

Entre esos aliados, Sánchez ha reiterado que no estará el PSOE, a quien ha situado en la "oposición útil y constructiva". Pero para que haya oposición, primero tiene que haber Ejecutivo, ha dicho el dirigente socialista, que ha exigido a Rajoy que se presente a la investidura en la primera semana de agosto y que elabore un programa de gobierno "con muchas medidas de cambio político".

"Se tiene que presentar a la investidura como candidato, doy por bueno que los días 2, 3 y 5 de agosto va a haber una investidura y que Rajoy se va a presentar como ha anunciado", ha afirmado Sánchez, que ha insistido en que el líder del PP tiene "el deber y la responsabilidad" de recabar una mayoría suficiente que permita tener un gobierno para España.

Sánchez ha transmitido este mensaje a Rajoy durante su intervención en la primera reunión del grupo socialista celebrada en el Congreso en víspera de la sesión constitutiva de la Cámara Baja. El líder socialista ha reafirmado que su partido votará en contra de la investidura del presidente de los populares, aunque le ha tendido la mano para dialogar. "No puede contar con el PSOE para ese gobierno ni para esa investidura", ha remachado.

Como muestra de la oposición que tiene intención de liderar, Sánchez ha anunciado que nada más se constituyan las Cortes, los socialistas presentarán una batería de iniciativas, entre las que estará la petición de que se constituya una comisión de investigación para conocer "qué ha ocurrido" en el Ministerio del Interior con Jorge Fernández Díaz al frente, en virtud de las informaciones que se publicaron durante la campaña, sobre sus conversaciones con el entonces director de la oficina antifraude de Cataluña.