"Yo estuve aquí; estuve en las duras y, si los gallegos quieren, me quedo en las maduras", ha sentenciado Feijóo, quien ha reconocido que no logró dar a los gallegos "todas las oportunidades", porque, de lo contrario, quizás "no" volvería a presentarse. Eso sí, ha pedido a la oposición que "no" mienta a los gallegos y ha defendido su gestión, con la que hay "menos" paro y "más" servicios sociales, además de unos sectores -como el naval y la automoción- "más fuertes".

El presidente gallego, inmerso en su papel de candidato del PPdeG a la reelección en una campaña bautizada como 'Feijóo en camiño', ha defendido en el Pazo do Hórreo, precisamente, que "Galicia está en el buen camino", además de insistir en su compromiso de "seguir trabajando" cuatro años más por la comunidad si recibe el aval de los gallegos en las elecciones que ha situado en torno al 20 de octubre.

Para ello, ha asegurado que es preciso "trabajar con humildad, un mínimo de conocimiento y de principios éticos", una afirmación que ha provocado carcajadas en las filas de la oposición.

"Comprendo que se rían, no tienen ninguna de las tres cosas", ha afeado Feijóo, quien ha contrapuesto su labor con los conflictos internos de la oposición en duras réplicas a la portavoz parlamentaria del PSdeG, Patricia Vilán, y al viceportavoz de AGE, Antón Sánchez.

Ambos, al igual que Chelo Martínez, del Grupo Mixto, habían atacado con dureza sus políticas, desde la perspectiva sanitaria, económica, social y demográfica. Sánchez llegó a pedir la palabra ya finalizado el debate para asegurar que "no" se imagina "nada peor" que Feijóo. "El que abraza a Baltar, el que hizo lo que hizo con Marcial Dorado, con Louzán, con la Pokémon... presume de principios éticos y no se pone colorado", ha lamentado.

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