Así lo ha determinado el Comité Ejecutivo de Fedeme en una reunión mantenida en la sede de la patronal sevillana, en torno a un orden del día en el que el análisis sobre la situación política actual y su influencia sobre la empresa ha copado buena parte de la sesión, según un comunicado de la propia federación.

En este sentido, los miembros de este comité, entre los que se encuentran destacados empresarios de sectores como la automoción, aeronáutica, minería, maquinaria agrícola, elevación, instaladores, recambistas, estructuristas, montajes industriales, comercio del metal, fabricantes de maquinaria y bienes de equipo e industria auxiliar metalmecánica, alertaron sobre los problemas que ya están percibiendo como consecuencia de la situación política que atraviesa el país y la incertidumbre generada ante el resultado de las elecciones de este domingo.

"La falta de seguridad ante las políticas que acometerá el futuro Gobierno, inclusive el temor a otros comicios en caso de que no se llegue a los acuerdos necesarios que permitan gobernar, está congelando la toma de decisiones en el seno de las empresas y en muchos casos frenando la entrada de posibles inversiones", ha apuntado el presidente de Fedeme, Francisco Javier Moreno Muruve.

Asimismo, ha destacado que la incertidumbre "no es buena compañera" de la empresa, y para seguir avanzando y mantener la buena tendencia de los últimos tiempos -la evolución de la cifra de negocio según las ramas de la actividad del metal ha mostrado tasas positivas en todas ellas en el año 2016- es "imprescindible generar confianza y promover políticas que favorezcan a la empresa y el empleo".

Otro de los temas que han sido objeto de debate en este comité, y sobre el que la federación ha querido incidir, ha sido la "excesiva presión" a la que se encuentran sometidas las pequeñas y medianas empresas del metal por parte de algunas entidades y organismos oficiales.

Fedeme ha recalcado ser consciente de la importancia de esta labor inspectora para velar por el correcto desarrollo de la actividad por parte de estas empresas, pero "sin olvidar la necesidad de ejercer un férreo control sobre la economía sumergida, y vigilar especialmente a los que ejercen su actividad fuera de la ley y representan un grave problema de competencia desleal".

Para Fedeme, esta lucha contra la economía sumergida no es nueva, desde donde se han denunciado en múltiples ocasiones ante las instituciones competentes casos flagrantes de ilegalidad por parte de "empresas" que operan sin emitir facturas, sin los permisos necesarios para desarrollar su actividad o dar de alta a sus trabajadores, donde ha llegado a ejercer en varias ocasiones una labor inspectora que corresponde a otros organismos, según el comunicado.