Antena 3 llevaba unos días anunciando La familia Mata como si fuera la encarnación de Los Simpson . Fue una apuesta pretenciosa y la han perdido.

¿Cómo pudieron compararse con una serie que que lleva 20 años triunfado en todo el mundo? ¡Blasfemos!

Uno de los motivos por los que la comparación era irrisoria es que Los Simpson supusieron una revolución, todavía hoy lo son, y la principal crítica que se le puede hacer a la nueva serie de Antena 3 es que carece por completo de elementos novedosos, en cuanto al argumento, a los personajes, a los actores o a cualquier otro aspecto.

Ayer fue el estreno y sin embargo todo parecía viejo, visto, manido. Los personajes están tan estereotipados y las situaciones son tan forzadas que no resultan creíbles ni para una serie de ficción.

En otras comedias más o menos familiares y del mismo corte, como Aída o 7 vidas , se sucedían situaciones que, de vivirlas alguien normal, acabarían traumatizándole para siempre, pero fluían, y sobre todo, tenían gracia.

Aunque a la audiencia pareció atraerle el primer capítulo, que obtuvo un 18% de audiencia (una cuota muy alta teniendo en cuenta que competía contra CSI ) habrá que ver cómo se desarrollan las próximas entregas.

Y es que La familia Mata está en una extraña línea divisoria entre el tostón y lo tolerable, en un limbo indefinido que hace difícil decidir si se quiere volver a ver o no.

Quizá han querido hacer una serie irreverente, pero sin pasarse, con la intención de captar audiencia en un espectro amplio y lo que al final han conseguido es descafeinar la serie, sin que llegue a contentar al ámbito familiar más conservador ni al juvenil más guerrero.

En una de las escenas de ayer al protagonista se le insinúa su jefa, y él le dice algo así como "no me lío contigo por que eres fea" y luego "antes me lo hago con un cáctus".

No está mal, puede ser una salida de sonrisa, pero queda lejos de esta sentencia de verdadera carcajada que hizo Mauricio en Aída: "Te lo voy a decir a las claras, no se si Dios o la genética, pero te han jugado una mala pasada. Eres fea, pero no fea de qué poco agraciada, fea de ¿por qué le habrán tirado ácido a la cara?.