El PSOE seguirá la estrategia del 'poli bueno y poli malo' con Podemos hasta el 26-J

    • Sánchez ha anunciado en una charla informal con periodistas que no criticará más a Iglesias y que hará una campaña en positivo.
    • La cabeza de lista del PSC, Meritxell Batet, aboga por tender la mano a la formación morada.
    • César Luena, secretario de Organización, tacha a Iglesias de "insoportable, megalómano, soberbio e intransigente".
    • "El partido divide el juego entre varios dirigentes", afirman fuentes del PSOE.
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Rajoy (PP), Sánchez (PSOE), Rivera (Cs) e Iglesias (Podemos), en la campaña de las generales de 2016.
Rajoy (PP), Sánchez (PSOE), Rivera (Cs) e Iglesias (Podemos), en la campaña de las generales de 2016.
Mariscal / EFE
Rajoy (PP), Sánchez (PSOE), Rivera (Cs) e Iglesias (Podemos), en la campaña de las generales de 2016.

La estrategia es antigua, pero eficaz. Un líder que muestre la cara amable, con un discurso basado en las propuestas y en la línea de lograr un Gobierno del cambio... y un equipo de escuderos por detrás encargados de enseñar los dientes y atacar al rival. Lo que viene siendo la vieja táctica del poli bueno y el poli malo, pero aplicada a la política y en plena campaña electoral. Esa es la lógica que seguirá el PSOE respecto a Podemos en los escasos 11 días que hasta las elecciones para conjurar el peligro del sorpasso que muestran las encuestas, según fuentes del partido.

"Hay que reservar a los líderes para las grandes cuestiones. Pedro [Sánchez] no va a descender al barro del cara a cara personal, de la crítica ácida, para eso hay otras voces", afirman dichas fuentes. Este martes era el propio candidato Sánchez, quien daba la clave al decir que, una vez superado el debate a cuatro, en el que se mostró muy duro con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, no elevará más su crítica hacia este. En una conversación informal con los periodistas que cubren la caravana del PSOE, el líder socialista dijo que ese día quería decirle "cuatro cosas" a Iglesias y "cuatro cosas" al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, para "poner a ambos en su sitio". Pero, una vez hecho, cree que "ha llegado a su pico de crítica" a Iglesias, y apuesta por no ir más allá y abogar por "una campaña en positivo".

Esas declaraciones, unidas a las de la cabeza de lista del PSC al Congreso, Meritxell Batet, que ha abogado por tender la mano a Podemos para tejer un pacto tras el 26-J, han hecho pensar a muchos en un acercamiento entre ambas formaciones. Tanto es así que el líder de Ciudadnos, Albert Rivera, con quien Sánchez firmó un acuerdo en la pasada legislatura, ha emplazado este miércoles al PSOE a elegir y aclarar si es un partido "socialdemócrata europeo" o si apoya "a los populismos", en referencia al respaldo de los socialistas a los gobiernos de Manuela Carmena, en Madrid, y Ada Colau, en Barcelona.

Pero Rivera puede respirar tranquilo. No hay acercamiento que valga y las declaraciones de Sánchez y Batet no son más que la cara amable del poli bueno. "El partido divide el juego entre varios dirigentes. Pedro no es la persona adecuada para entrar en las críticas con otros rivales distintos a Rajoy. Es con él con quien tiene que medirse. Primero porque es el responsable de cómo estamos, y segundo porque se trata de hablar de presidenciable a presidente", explican fuentes del PSOE. Son conscientes de lo que dicen las encuestas, pero los socialistas confían en que el sorpasso no se producirá y hablan de "remontada".

Voces críticas

Para hacer de poli malo, aseguran dichas fuentes, dejan voces como la del secretario de Organización, César Luena, que este mismo miércoles ha afirmado que el futuro de la coalición de Podemos e IU depende de "la capacidad de los distintos partidos y movimientos sociales de soportar al insoportable Iglesias y su megalomanía, intransigencia y soberbia".

Unas declaraciones en la línea de las expresadas estos días por otros destacados socialistas como el portavoz parlamentario, Antonio Hernando, o el vicecoordinador del Comité Electoral, Oscar López. O incluso la propia presidenta andaluza, Susana Díaz, que ha llegado a comparar a Iglesias con "Mortadelo" por su capacidad para "disfrazarse continuamente.

En Podemos, entretanto, creen que las declaraciones de Sánchez sobre su intención de adoptar un perfil moderado respecto a Iglesias se deben a que "sus votantes no comparten la dureza" con la que les trata. "Por eso y porque nosotros aparecemos halando de futuro y él, como un señor enfadado hablando del pasado", afirma un miembro de la Ejecutiva.

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