El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) ha solicitado a la empresa TRAGSA, adjudicataria de las obras del túnel del subfluvial entre Laredo y Santoña para el saneamiento de las Marismas de Santoña, que haga "todo lo que pueda" para que los trabajos se lleven a cabo con "las menos molestias" y "menor inconveniencia" posibles tras las quejas vecinales.

Cuestionada en Santoña por estas protestas de los vecinos, que han presentado una queja incluso ante el Defensor del Pueblo denunciando que en el proyecto de viabilidad no se indicaba la proximidad de viviendas a unos 20 metros del lugar de la obra, la ministra del área, Isabel García Tejerina, ha defendido la correcta tramitación del proyecto.

Ha explicado que en la tramitación que llevan los proyectos de este tipo se tienen en cuenta "un montón de consideraciones previas" que si no se cumplen no se materializa la obra.

La ministra ha defendido la "absoluta necesidad" e importancia de la obra del subfluvial de Laredo, que es competencia de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, dependiente del MAGRAMA, y ha apuntado que "en toda obra" se emplea maquinaria y el nivel de ruido durante los trabajos supera al habitual, si bien, a su juicio, es un "pequeño sacrificio previo" para los vecinos para luego poder disfrutar de los resultados de ésta.

García Tejerina ha subrayado la importancia económica de la inversión -el subfluvial supone una inversión de 24 millones de euros y forma parte de una actuación global de 200- y también la mejora que supondrá para unos 25.000 vecinos de la zona y mariscadores puesto que permitirá que las Marismas de Santoña cuenten con una "mejor calidad del agua" y esté en

"mejores condiciones".