El Seprona de Granada detuvo el pasado 7 de julio a V.M.M, a petición del Seprona de Soria, por delitos de estafa y falsificación de documento privado. Esta detención está relacionada con la de C.M.V, que se produjo el día 3 de mayo, en la localidad de Almazán y por los mismos delitos.

El modo en el que operaban los detenidos consistía en que una agencia de cazadores captaba personalmente o por Internet clientes para cazar en cotos de la Comunidad de Castilla y León, haciendo creer al 'cliente' que su actividad era legal, con lo que pagaba primero a la agencia y también al guía, el cual cobraba cazara o no cazara ningún trofeo.

Antecedentes

Con motivo de la apertura de la veda del corzo en Castilla y León a primeros de abril de este año, se activó por parte de la Guardia Civil de la Comunidad la operación 'Vareto' para la persecución del furtivismo del corzo, por el que se procedió a intensificar las identificaciones de cazadores en los diferentes cotos de Soria.

El día 9 de abril de 2016 se detectó en el coto privado de caza SO-10225, de Velamazán (Soria) a tres personas que se habían bajado de un vehículo todo terreno con armas de fuego dispuestas para cazar, y al ver a los agentes, iniciaron la huida a gran velocidad, aunque fueron interceptados en Almazán poco después.

Ninguna de las tres personas, una vez identificadas, poseían autorización para cazar en dicho coto, por lo que se le intervinieron las armas (dos rifles de caza) y fueron detenidos.

De la misma manera, los agentes intervinieron una autorización de caza del coto de Velamazán en blanco, es decir, sin firmar por su titular, aunque uno de ellos explicó que se la había expedido dicho titular.

Este fue el motivo que llevó a la Guardia Civil a iniciar la operación 'Precintos', que dio paso a una labor de investigación por parte del Seprona de Soria y que finalizó con la detención el 3 de mayo de C.M.V. tras ser sorpendido con un centenar de fotocopias de autorizaciones sin firmar de hasta 10 cotos de la provincias de Soria, Burgos, Palencia y León, así como con trofeos y útiles para la caza.

Los Agentes se pusieron en contacto con los titulares de los cotos, que manifestaron que no conocían a las personas detenidas y que no habían dado ninguna autorización para que cazaran en el coto.

Con estos antecedentes, desde Soria se solicitó al Seprona de Granada para localizar y detener a V.M.M., por tener el último domicilio conocido en esa provincia, por realizar la misma labor que el detenido anteriormente.

El modus operandi consistía en que una agencia de cazadores u 'orgánica', bien personalmente o a través de Internet captaba clientes para cazar en cotos de la Comunidad de Castilla y León. Una vez acordado el precio con la 'agencia', ésta se ponía en contacto con el 'guía' (en el caso de los dos detenidos) que se hacía con copias falsificadas de las autorizaciones del titular del coto elegido y le hacían creer al 'cliente' que su actividad era legal, mostrando incluso al cazador el precinto para colocar en la pieza por si había animal abatido.

La operación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones ya que se investiga a las agencias de captación así como a los cazadores por si tenían conocimiento de la actividad ilícita de los supuestos guías.