El Juzgado de Instrucción número uno de Tui (Pontevedra) ha suspendido la declaración del obispo de Tui-Vigo Luis Quinteiro Fiuza, que estaba llamado a declarar en la mañana de este martes en el marco de la causa que se sigue en relación con la extinta Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, conocida como 'orden de los miguelianos'.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha explicado que el juzgado decidió posponer la declaración al considerar que "era más oportuno que fuese citado en otro momento, para que la jueza pudiese escuchar antes a otros testigos". Por su parte, el abogado de la defensa, Emilio Cortés, comunicó previamente a los medios que la suspensión se produjo por "cuestiones de agenda del juzgado".

La declaración del obispo, que aunque ha acudido a los juzgados este martes ha descartado hablar con los medios, estaba prevista para las 9,30 horas de este martes, sin que haya trascendido la fecha a la que ha sido pospuesta su comparecencia. No obstante, sí se ha mantenido la declaración de una madre de dos varones y una mujer que fueron miembros de la Orden.

La abogada de la acusación, Ana Reguera, ha indicado que esta madre, que no llegó a convivir en las casas del grupo pero fue a las consultas de Miguel Rosendo, fue una de las afectadas económicamente y trasladó en su declaración el "carácter manipulador, vejatorio, humillante" de Miguel Rosendo hacia miembros del grupo.

Sin embargo, aunque ha dicho que la mujer "no tiene conocimiento" de abusos, ha manifestado que uno de sus hijos, que estuvo ocho años dentro de la Orden y "acabó pies para qué te quiero", le contó que "con las monjas había besos en la boca".

El letrado de la defensa ha mantenido que las declaraciones de víctimas y perjudicados están "absolutamente orquestadas", mientras que "distintas son las pruebas objetivas, científicas, -que ponen- de manifiesto que de lo dicho nada". A ello ha añadido que "hay testimonios que contradicen de forma abierta y contundente lo manifestado inicialmente por los otros presuntos testigos".

"El giro del procedimiento es absolutamente radical, y viene a poner de manifiesto una especie de orquestación en contra de Miguel Rosendo que no sabemos a qué móvil obedece y tampoco nos importa, porque lo que tenemos que ver es si hay indicios o no", ha subrayado, antes de concluir que "todo lo que viene sucediendo en los últimos meses sólo beneficia" al líder de los 'miguelianos'.

DECLARACIÓN DEL OBISPO

En lo relativo al obispo, el abogado de la defensa ha reconocido ante los medios de comunicación que es "una figura esencial en el procedimiento", y, si bien ha dicho que desconoce cuál va a ser el contenido de su declaración, ha considerado que "tiene que aportar alguna explicación de por qué sabiendo lo que parece ser que sabía no hizo nada".

En esta línea, ha mantenido que como "tuvo conocimiento de los hechos y pudo haber iniciado una actuación policial o pudo haber puesto los hechos en conocimiento de la Guardia Civil", hay que preguntarle "por qué no lo hizo".

"Si no lo hizo porque consideró que no era su competencia podría tener un problema, y si no lo hizo porque considera que era una auténtica falacia o una auténtica invención lo que le estaban presentando puede ser trascendente para esta defensa", ha recalcado, antes de incidir en que en todo caso "la explicación la tiene el señor obispo".

Por su parte, la abogada de la acusación, Ana Reguera, ha resaltado que si el obispo decidió apartar a Miguel Rosendo de la Orden es que "la fiabilidad de lo que le estaban comentando -víctimas- debía de tener bastante peso", a lo que se suma que "no solamente hubo una persona que refiriera" los hechos. "Cuando toma esta decisión es que tiene bastante fuerza lo que se estaba diciendo", ha refrendado.

Tal y como ha trasladado, monseñor Quinteiro, del que no cree que sea una figura "esencial" en lo relativo a los hechos investigados, seguramente "creyó en la buena fe de la Orden porque había gente muy buena" y no imaginaba "todo lo que realmente ocurrió y cómo se desencadenó".

POSTURA DEL OBISPO

El abogado de Miguel Rosendo ha afirmado que monseñor Quinteiro "en los momentos más calientes de la investigación" ha trasladado "que confía en Rosendo". "Se ha referido a otros testigos y siempre ha mantenido la inocencia de él", ha asegurado, antes de señalar que si le apartó de la Orden no fue por una decisión personal, sino derivado de la investigación.

Acerca de este punto, Reguera ha incidido en que monseñor Quinteiro "no ha declarado", y hasta que lo haga no se sabrá su postura. Sin embargo, ha insistido en que decidió apartar a Rosendo de la Orden: "Si tuviera convencimiento de su inocencia no creo que le hubiese apartado sin más y se inició una investigación canónica, por lo que algo de culpa debía de pasar sobre su cabeza".

PROCEDIMIENTOS

En relación con esta causa, Reguera ha recordado que hubo una investigación interna eclesiástica, y por otro lado las familias iniciaron la vía judicial, que "son procedimientos diferentes, vías totalmente distintas". "La Iglesia inicia sus procedimientos, totalmente al margen de los judiciales, y por otro lado las familias acuden a un detective", ha señalado.

Sobre esta explicación, Cortés ha hecho un paralelismo: "Imagínese que aparece un monaguillo con un puñal clavado en la espalda, si la solución a eso es abrir una investigación canónica que me lo demuestre con el código de derecho canónico que diga eso". "Quien tiene que investigar es la Guardia Civil, no la Iglesia", ha reafirmado.