La sentencia se ciñe al veredicto que emitió el jurado popular, que consideró al procesado culpable de un delito de asesinato y otro de atentado. Así, el magistrado ha determinado una pena de 17 años de prisión por el delito de asesinato consumado y otros tres años y medio más de cárcel por el delito de atentado.

El ahora condenado, después de matar a su prima, se escondió en una cueva conocida como Pozo de los Infiernos, cerca de la localidad de Redipuertas, donde cometió el crimen. Allí se autolesionó e intentó agredir con un cuchillo a los agentes que intentaron detenerle.

La sentencia también recoge una indemnización de 10.000 euros para la madre de la víctima, una de 115.000 euros para su pareja de hecho y otra de 60.000 euros para su hija. Además, se le prohíbe acercarse a ellos a menos de 200 metros y residir en Redipuertas durante 23 años.

CONFESÓ EL CRIMEN

Durante el juicio, el propio acusado reconoció haber disparado y matado a su prima, y precisó que lo hizo tras una fuerte discusión que ambos mantuvieron. No obstante, aseguró que nunca tuvo intención de matarla y que no recordaba lo que había ocurrido minutos antes del crimen.

Por estos hechos, la Fiscalía había solicitado para el acusado 22 años de prisión, 18 por un delito de asesinato y cuatro por un delito de atentado a la autoridad. También una indemnización de 115.000 euros para la pareja de la víctima, 58.000 euros para su hija, mayor de edad en el momento de los hechos, y 10.000 euros para su madre.

Por su parte, la acusación particular había pedido 20 años de prisión por el delito de asesinato y cuatro años más de cárcel por el delito de atentado a la autoridad, así como las mismas indemnizaciones que el Ministerio Fiscal.