Un tercio de los menores atendidos por el Teléfono Anar en 2015 fueron por maltrato en el entorno familiar, 2.952 de los 8.569, según el informe presentado este martes por la Fundación, que destaca que en más de la mitad de los casos abordados (en 4.507) hay algún tipo de violencia.

El informe alerta del incremento de las situaciones de violencia atendidas, un 40% más de casos que en 2014, pero también de la gravedad de las mismas, que se manifiestan como acoso escolar, violencia de género y doméstica e incluso a través de ideas suicidas y autolesiones.

Durante 2015, se realizaron casi dos intervenciones urgentes al día (727) para poner a salvo a algún menor de edad en situación de riesgo. En total, el Teléfono Anar—-a través de los distintos números de Ayuda a Niños y Adolescentes (900 20 20 10), del Adulto y la Familia (600 50 51 52), de Niños Desaparecidos (116000) y el servicio de email— ha atendido 369.969 llamadas.

Todas esas llamadas derivaron en 8.569 nuevos casos de menores de edad que necesitaron la ayuda de los profesionales de la Fundación Anar, un 20,7% más que en 2014, año en el que se atendieron 7.100 nuevos casos. En relación al maltrato familiar, los especialistas de la fundación han tratado 1.229 casos de maltrato físico, 882 casos de maltrato psicológico, 435 casos de abuso sexual y 406 casos de abandono.

El director de Programas de la Fundación, Benjamín Ballesteros, ha destacado el "alarmante aumento" del maltrato familiar. "Frente a otros tipos de maltrato como el acoso escolar o la violencia de género, la violencia intrafamiliar ni se escucha, ni trasciende; es la gran olvidada a pesar de que cada vez se producen más casos de niños, niñas y adolescentes que en muchas ocasiones la sufren diariamente y desde hace más de un año", ha alertado.

Los responsables de este servicio de atención han explicado que los problemas planteados por los menores —el 70% tienen entre 12 y 17 años y siete de cada diez son chicas— han pasado de ser mayoritariamente sentimentales por rupturas y problemas con compañeros a abordar situaciones de maltrato físico.

"Nos hablan de que reciben bofetones, mordeduras y otros tipos de maltrato que van a tener graves secuelas en el futuro", ha explicado Ballesteros, quien ha condenado que esta violencia se esté trasladando como "una pauta educativa" en las familias y que posiblemente será usada por el menor "el día de mañana".