Palau Tamarit, antigua fábrica de terciopelo y hogar de toda una dinastía sedera valenciana

En la actualidad el edificio valenciano alberga las oficinas del Comité Directivo del Programa Unesco Ruta de la Seda.
En la actualidad el edificio valenciano alberga las oficinas del Comité Directivo del Programa Unesco Ruta de la Seda.
EVA MÁÑEZ
En la actualidad el edificio valenciano alberga las oficinas del Comité Directivo del Programa Unesco Ruta de la Seda.

El Palau Tamarit, antigua fábrica de velluters, es el único superviviente de la histórica calle del Pilar. Puede llegarse desde la Avenida Barón de Cárcer, desde la calle Hospital, y desde la iglesia y plaza del Pilar. Contemplar este edificio es recordar la memoria de este barrio valenciano. Tiene gran impacto visual y mucha carga simbólica.

Le da nombre la dinastía Tamarit, saga de maestros empresarios sederos de la València del siglo XVIII, una familia que ascendió desde su condición de humilde hasta el rango nobiliario. En sus orígenes fueron campesinos y pescadores de la localidad de Ruzafa, pero gracias al auge de la sedería valenciana –primero como aprendices, luego maestros sederos, y posteriormente empresarios– consiguieron una fortuna más que considerable comerciando y exportando la seda hacia el mercado colonial.

La historia de la familia Tamarit ilustra a la perfección la evolución de la economía valenciana en el siglo XVIII. El edificio fue antigua fábrica de velluters, se construyó en el siglo XVIII y también tuvo uso como vivienda familiar de los Tamarit.

Llegaron a ocupar diariamente a más de 500 personas en los telares y fábricas que controlaban, según se especifica en el trabajo que investiga la historia de esta familia valenciana, titulado Una dinastía de empresarios sederos en la Valencia del siglo XVIII: negocios y ascenso social de la familia Tamarit (Barcelona, 2011), de los autores J. Boronat, J.V. Boira y Ricardo Franch.

En el escudo, que se conserva en el dintel de la puerta de entrada al edificio en la calle del Pilar, están grabadas las armas o símbolos distintivos que se asignaron a la familia en su título nobiliario. La principal era un león rampante negro coronado de plata.

La emisión de la Real Cédula del día 21 de septiembre de 1789, en la que se otorgaba a los fabricantes la libertad para elaborar sus tejidos sin someterse a la normativa técnica estipulada en las ordenanzas gremiales, supuso una época conflictiva a finales de siglo que debilitó a los gremios y el Colegio del Arte Mayor intentó su derogación. Entre los defensores estaba Félix Pastor, suegro de Vicente Tamarit. Este último fue, como cónsul y vocal primero de la Junta de Comercio de València, el encargado de emitir un informe solicitado por las presiones de ambos bandos en el que participaron otros siete comerciantes matriculados.

Vicente Tamarit radicalizó su postura en la defensa de esta medida. El conflicto se zanjó en junio de 1795 con la emisión de una orden de la Junta General de Comercio tratando de evitar los abusos cometidos por la mala interpretación de la Cédula de 1789, y el Colegio del Arte Mayor de la Seda comenzó inspecciones a las fábricas detectando irregularidades en 606 telares por deficiencias en la calidad de las sedas o en el peso. Gran parte de los telares eran de la familia Tamarit.

Estas tensiones y la entrada de tejidos desde Asia y América con la creación de la Compañía de Filipinas provocaron la reducción y el empobrecimiento tanto de los artesanos como de la producción de la sedería valenciana. Muchos telares dejaron entonces de funcionar. Alrededor del año 1820, los herederos empezaron a centrar sus negocios en la gestión patrimonial familiar alejándose de la industria sedera y dedicándose únicamente a gestionar el patrimonio recibido.

Respecto a su arquitectura, el edificio está reconstruido desde su estructura interior originaria. Se encuentra dividido en cuatro plantas y niveles independientes, dedicadas a distintas actividades socioeconómicas. La escalera conecta y divide a la vez dos sectores en cada nivel. Ocupa una superficie de más de mil metros cuadrados útiles.

Posee, después de atravesar el vestíbulo y la entrada, una amplia sala de exposiciones abierta a un patio interior que puede ser utilizada para celebrar acontecimientos. En ella pueden encontrarse en la actualidad multitud de mapas y materiales relacionados con la Ruta de la Seda. En la actualidad, el edificio del Palau Tamarit alberga las oficinas del Comité Directivo del Programa Unesco Ruta de la Seda.

La historia de una dinastía sedera valenciana

La calle donde encontramos este edificio era una de las que atravesaba el antiguo barrio de Velluters desde antes de la muralla cristiana del siglo XIV hasta dos importantes plazas de la València histórica: la dels Pertusa y la dels Pellisers. Continúa transmitiendo el antiguo sabor medieval de las calles más antiguas del céntrico barrio y ejemplifica a la perfección el poder que la industria de la seda alcanzó en València, así como las oportunidades sociales y económicas que otorgó a sus maestros.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento