Nombres que dejaron la huella valenciana en la Ruta de la Seda

Cuadro que ilustra la llegada del jesuita valenciano Cosme de Torres a Japón, en el año 1549.
Cuadro que ilustra la llegada del jesuita valenciano Cosme de Torres a Japón, en el año 1549.
AJUNTAMENT DE VALÈNCIA
Cuadro que ilustra la llegada del jesuita valenciano Cosme de Torres a Japón, en el año 1549.

La Ruta de la Seda es el nombre con el que identificamos todo un entramado de circuitos recorridos por seres humanos de diferente procedencia y en el que la geografía toma un papel protagonista a través del cual ordenar las relaciones. En diferentes épocas, distintos ilustres valencianos entraron en contacto con esas rutas y aquí están algunas de las experiencias que nos transmitieron.

Ibn Yubair

Abu Al-Hassan Muhammad Ibn Ahmad Ibn Yubair Al-Kinani al-Andalusi Al-Balansi, nacido en Balansiya (València) o Madina Satiba (Xàtiva) en 1145, al escribir las impresiones de su viaje y redactarlas cuidadosamente se convirtió en el siglo XII en el fundador del género literario de las letras arábigas conocido como la rihla o relación de viaje. Pronto este viaje modélico sería considerado la obra maestra del género, siendo imitada durante siglos pero sin llegar a ser igualada.

Ninguno de sus seguidores nos ha transmitido un cuadro tan acabado y tan vivo de los principales tramos de la Ruta de la Seda a su paso por el Oriente árabe (Alejandría, El Cairo, La Meca, Bagdad, Damasco...). Ninguno ha dejado descripciones más precisas de los lugares visitados ni ha evocado de forma tan personal los hechos y los actos de los hombres.

Y es que esta rihla, además de su gran valor literario, es una de las fuentes más importantes y fiables con que cuenta el historiador para conocer el estado en que se encontraba Oriente Próximo, la Sicilia normanda y las condiciones de la navegación en el Mediterráneo del siglo XII.

En su visita a la Meca en el año 1183 la describe adornada con motivos en "sedas rojas y verdes, con versos coránicos bordados en ellas". En otro pasaje nos narra la riqueza de algunos alojamientos para comerciantes "con bancos de piedra, que se distribuyen con alfombras, donde se encuentran los empleados cristianos de la aduana con sus tinteros de ébano adornados con oro. Escriben en árabe, lengua en la que también se expresan".

También lo es para el etnólogo, por ser en sí mismo un documento único de un testigo ocular atento al espectáculo y a las condiciones de las gentes de su tiempo. Es apasionante ver "cómo queman las llamas de la discordia" entre las armadas cristiana y musulmana cuando se trata de política; mientras entre ellos los viajeros y comerciantes van y vienen sin interferencia".

Jaume II

Nacido en València el 10 de agosto de 1267, fue rey de Aragón, València, Mallorca, Sicilia, Cerdeña y conde de Barcelona. En política exterior estableció contacto con los tártaros para controlar el comercio de especias a su llegada al Mediterráneo planteando un acuerdo con el khan mongol Ghazan y el intercambio de embajadas con los mamelucos.

Alcanzó la paz con el Reino de Castilla con la Sentencia de Torrellas (1304) que supuso la incorporación de la Gobernación de Oriola al Reino, comarca la del Baix Segura que mantuvo a lo largo de los siglos una gran relevancia en la producción de materia prima para la industria sedera valenciana.

En el mismo siglo XIV establece los ducados de Atenas y Neopatria, enclaves estratégicos para la entrada de las rutas comerciales a través del Imperio Bizantino, efeméride que hoy se recuerda a los pies del mismo Partenón con una losa en cuatro lenguas (griego, valenciano, castellano e inglés) con la frase de Pere II de València: "El castillo de Atenas es la joya más rica del mundo".

Cosme de Torres

Nacido en València en 1510, a los veinticinco años se ordenó al sacerdocio. En 1546, parte como misionero a México, desde donde prosiguió hasta Asia y conoció a Francisco Javier en las Molucas, conocidas como las islas de las Especias. Dos años más tarde se desplaza a Goa, donde entra en la Compañía de Jesús, y comienza a colaborar como profesor de gramática en la escuela jesuita.

El 15 de agosto de 1549 pisa por primera vez suelo nipón a través de Kagoshima y comienza una profunda labor evangelizadora basada en la ayuda al más necesitado dado que el período Sengoku es uno de los más convulsos de la historia de Japón.

Tras la partida de Javier en 1551, Torres se convertirá en el superior de la Compañía en Japón. Durante los casi veinte años de su dirección en la misión realizó un intenso intercambio cultural con las corrientes de pensamiento budista, así como profundos debates con los habitantes de los que da buena cuenta en su correspondencia.

Por esta razón se le señala como introductor del término budismo en Occidente a través de sus cartas, siendo su principal contribución al comercio internacional la apertura del puerto de Nagasaki al comercio con Portugal y Occidente a través de sus relaciones con el daimio Omura Sumitada.

Francisco Xavier Balmis

Nacido en Alicante en 1753. Entre 1803 y 1814 dirigió la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna de la viruela, conocida como Expedición Balmis y que dio la vuelta al mundo recorriendo los diferentes territorios gobernados por el monarca. El rey Carlos IV apoyó y sufragó al médico de la corte, el doctor Balmis, en su idea de realizar una vacunación masiva de los niños a lo largo de su imperio, ya que su propia hija, la Infanta Maria Luisa, había sufrido la enfermedad. Es considerada la primera expedición sanitaria internacional de la historia.

En 1805 partía hacia Manila desde Acapulco en un viaje de cinco semanas, la capital de las Islas Filipinas, por aquel entonces uno de los principales destinos internacionales de las sedas valencianas. Tras Filipinas, que era la última parada prevista en el derrotero oficial, se desplazó a Macao y posteriormente a Cantón, desde donde promovió la extensión de la vacuna por toda China pese a que el exceso de burocracia truncó las expectativas.

Las últimas misivas de Balmis al ministro Caballero remitidas desde Cantón nos informan no solo sobre sus actividades sino también del tiempo que había consumido en aprender arte chino y en acercarse a las peculiaridades de la medicina, cirugía, farmacia, física y química propias de la ciencia tradicional autóctona.

Vicente Blasco Ibáñez

Nacido en València en 1867. En 1923 Vicente Blasco Ibáñez está en la cumbre de su existencia y de su carrera. Desde 1921 vive su plenitud en una lujosa villa en Mentón, en la Costa Azul francesa. Sin embargo, azuzado por el deseo de ver el mundo y no marcharse de él sin haber visitado su redondez, ese gran inquieto y vitalista emprende un periplo de seis meses para experimentar y luego compartir con sus lectores las impresiones, emociones, sucesos y anécdotas que a lo largo de él le van saliendo al paso.

Su novela autobiográfica La vuelta al mundo de un novelista, dividida en tres tomos, es un carrusel ameno e inolvidable de lugares, pueblos y personas en el que Blasco, como incomparable compañero de viaje, hace desfilar ante nuestros ojos la espléndida y fascinante variedad de unos paisajes de leyenda hoy en gran parte trivializados o desaparecidos.

El primer tomo se centra en Estados Unidos, Cuba, Panamá, Hawai, Japón, Corea, Manchuria; el segundo, en China, Macao, Hong Kong, Filipinas, Java, Singapur, Birmania, Calcuta; y el tercero, en India, Ceilán, Sudán, Nubia y Egipto. En el relato aparecen gran cantidad de datos históricos, geográficos, culturales y políticos sobre el mundo en el período de entreguerras, narrados de primera mano de manera magistral por el autor valenciano. Sus reflexiones y descripciones arrojan una mirada sobre los distintos lugares que visita interesante todavía hoy, cerca de 90 años después de haberse escrito.

*Miquel Vicent Boix Domingo tiene un Posgrado en Economía y Negocios del Asia oriental.

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