"No es una situación excepcional, en el pasado se han conocido numerosos relevos en un servicio intenso y complicado y nunca se había levantado tanto revuelo", ha expuesto Beaumont, quien ha calificado de "lógico" y como "un ejercicio de honestidad que es de agradecer" que un equipo que "no ha podido conseguir sus objetivos ante el importante cúmulo de problemas se retire y deje paso a otras personas".

En una comisión parlamentaria, solicitada por UPN, PSN y a petición propia del Gobierno, Beaumont, que ha estado acompañada por el director del servicio de Bomberos en funciones, Víctor Rubio, y el director general de Interior, Agustín Gastaminza, se ha mostrado "sorprendida" por el "revuelo creado de forma absolutamente artificial" ante "un relevo transparente, ordenado y ágil en el tiempo".

Tras señalar que la presencia de Gastaminza y Rubio en la sesión constata que "no estamos reñidos", la consejera ha asegurado que el Gobierno se encontró "un servicio de Bomberos casi desmantelado y una organización alarmante", así como "unas condiciones laborales que hacían muy difícil de sostener el servicio".

En su opinión, "el servicio necesita una revisión a fondo y completa de su organización, estructura y distribución de parques, también de las condiciones laborales" y ha avanzado que se va a elaborar un plan director en el que "estamos trabajando". "Es obvia la necesidad de aportar cambios profundos para rentabilizar el enorme potencial de la plantilla de bomberos", ha remarcado.

"El nuevo equipo que llega continuará con la labor iniciada por el equipo que cesa, una ardua labor", ha subrayado Beaumont, para incidir en la idea de que al equipo saliente le ha tocado "gestionar los escasos recursos y eso ha supuesto un desgaste en las personas que estaba al frente".

Ha reconocido que en bomberos "hay problemas derivados del sano y natural ejercicio de negociación entre la parte sindical y los responsables de Interior" y ha opinado que "si no existiesen esos problemas o tensiones entre comillas algo estaríamos haciendo mal".

Ha insistido Beaumont en que "no es normal que se utilicen esos problemas y tensiones para vender una serie de desavenencias inexistentes en el seno de Interior y unas consecuencias catastróficas" y ha asegurado que desde su departamento se está "intentando revertir el camino que los anteriores gestores habían diseñado". "Sin las medidas que adoptamos y seguiremos adoptando, el servicio tal y como lo conocemos estaba abocado a desaparecer", ha asegurado.

(Seguirá ampliación)