El acusado, E.S.B., en libertad por esta causa y con antecedentes penales no computables, llegó este jueves a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía por el que reconoció los hechos a cambio de una rebaja en la petición de penas del Ministerio Público.

Inicialmente, la Fiscalía solicitó al tribunal una pena de 6 años de prisión y multa de 80 euros por un delito contra la salud pública en su modalidad de tráfico de sustancias que causan grave daño a la salud.

Aunque en la petición de pena original se consideró un tipo delictivo agravado, el Ministerio Público no pudo acreditar que el acusado conociese la merma de facultades mentales y de autodominio de la víctima y que, por lo tanto, se hubiese aprovechado de su incapacidad psíquica para obtener de ello una ventaja.

Así, el acuerdo alcanzado no considera probado que el condenado supiese en el momento de la transacción que el comprador de la droga era "manipulable e influenciable".

HECHOS

Según el escrito de acusación, en enero de 2015 el acusado entregó la víctima, L.D.U, 0'5 gramos de cocaína -que en el mercado ilícito tendría un precio de 20 euros- recibiendo como pago un robot de cocina valorado en 400 euros.

El acusado no materializó ningún intercambio más, pese a la petición expresa de la víctima y a sus concretas ofertas de entrega de más enseres domésticos en pago de la droga que le demandaba. El motivo era la "falta de interés" del acusado en ellos. Las negociaciones se realizaron a través de mensajes de 'Whatsapp'.

El acusado devolvió el robot de cocina en sede policial en febrero de 2015, siendo restituido a sus dueños, los padres de la víctima, quien padece una "limitación importante" de sus facultades psíquicas, cognitivas y volitivas. De hecho, el joven se encuentra incapacitado por un Juzgado de Cambados y su padre es su tutor legal.