Según ha informado la Policía Nacional, en los registros practicados han sido recuperados diversos efectos, dinero en efectivo, así como dos turismos, tres motocicletas, un ciclomotor y un remolque porta motos, adquiridos con el dinero obtenido del domicilio de las víctimas.

La investigación se inició a raíz de la denuncia presentada por el propietario de la vivienda, quien denunció la sustracción de una caja fuerte que se encontraba adherida a un muro de una de la habitaciones de la vivienda, conteniendo en su interior 120.000 euros en efectivo, joyas, diversos pagares y cheques bancarios.

Los investigadores tras analizar la denuncia y realizar diversas gestiones, centraron la investigación en torno al hijo de la víctimas y a sus relaciones con una familia de la localidad, quienes presentaban antecedentes por hechos similares.

Así se detectó la compra a partir del día del hecho, de dos automóviles, un remolque porta motos, tres motocicletas y un ciclomotor, que pasaron a nombre de los diferentes miembros del clan familiar sin que ninguno de ellos dispusiera de ingresos o rentas para poder llevar a cabo esas adquisiciones.

Tras los registros practicados en dos domicilios, trasteros y dos plazas de aparcamiento, los investigadores intervinieron diversos fajos de billetes que aparecieron en las diferentes habitaciones del domicilio de los amigos del hijo, así como en el interior de los dos automóviles.

Igualmente se detectó la existencia de diversos efectos, como televisores de última generación, electrodomésticos, equipos musicales, material deportivo, así como diversas reformas que se estaban llevando a cabo en el interior de la vivienda, interviniéndose diversos justificantes de compra de material para la construcción por un valor de 13.000 euros.

Los investigadores finalmente han logrado recuperar 42.000 euros en efectivo, lo que unido al valor de los vehículos y los efectos intervenidos, elevan el total de lo recuperado a unos 92.000 euros.