Así lo ha dicho Sivianes al inicio de su comparecencia en la Comisión de Investigación sobre los Cursos de Formación del Parlamento andaluz, donde, más allá de unas breves consideraciones iniciales que ha leído con notable dificultad, se ha acogido a su derecho a no declarar.

El empresario sevillano, para el que la Fiscalía pide doce años de cárcel por fraude de subvenciones y falsedad documental, ha negado cualquier tipo de irregularidad en la concesión, gestión o justificación de las ayudas y ha defendido que todas las acciones formativas que impartió tuvieron un "alto nivel tanto formativo como técnico".

En la declaración que ha leído, Sivianes también ha mantenido que los costes de los cursos presentados "fueron todos reales y estaban comprendidos dentro de los límites de la convocatoria". Asimismo, ha señalado que "no hubo defraudación ni desvío de subvenciones en ninguna cantidad y tampoco exoneración de las obligaciones de justificación, que fueron cumplidas rigurosamente dentro de los plazos señalados al efecto".

Además, ha expuesto que, pese al tiempo transcurrido desde que se presentaron dichas justificaciones a la administración, ésta aún le debe "importantes cantidades" en concepto de subvenciones, lo que le ha llevado a afirmar que, hasta ahora, ha financiado a su costa la formación de muchos cursos de desempleados.

(HABRÁ AMPLIACIÓN)