El puesto fronterizo de Beni Enzar, en Melilla, estuvo cerrado una hora el pasado domingo, último día de la feria melillense, cuando cerca de 1.200 personas pretendían pasar a España. La Policía rechazó el acceso a los que carecían de documentación, lo que provocó reacciones violentas; por ese motivo se cerró la frontera. La normalidad se restableció a última hora del domingo, al reanudarse el control de acceso, incluso se abrieron dos carriles suplementarios para entrar en España.
La Guardia Civil interceptó ayer una patera con más de media docena de inmigrantes en el cabo de Palos (Murcia). Por otra parte, en Almería descubrieron a un total de 21 indocumentados y en el oeste de Tarifa rescataron a otras 38 personas.
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