Cervantes es nuestro autor más universal. No solo encarna el espíritu luchador y libre del artista, sino que proyecta un relato ilusionante sobre la vida y un lugar de encuentro para nosotros, los españoles.

A lo largo de su obra nos descubre, además, maravillosas lecciones sobre cómo la ilusión y la inconformidad son ideas repetidas en su pensamiento y recorren el Quijote y el resto de sus escritos, cincelando así una filosofía existencial propia.

Con todo ello, nos preguntamos: ¿quién debe decidir cómo celebrar a Cervantes? Si el genio de Alcalá es nuestro autor más universal, la celebración de esta efeméride no podía sino ensamblar las programaciones del país entero, con una propuesta amplia, participativa e integradora.

Numerosas son las instituciones y administraciones públicas que hace ya unos meses decidieron integrarse en la Comisión Nacional para la conmemoración del IV centenario de la muerte de Miguel de Cervantes.

Quisiera aprovechar la ocasión para agradecerles a todas ellas su esfuerzo y tenacidad en la puesta en marcha de un atractivo programa de actividades culturales con un mismo denominador común: un elemento de heterogeneidad, de libertad, de discurso transversal, comunitario y democrático que debe permitir, sin excepción, dar voz a todos aquellos creadores y agentes españoles que deseen participar.

Con este mismo propósito, y entre otras medidas, el Gobierno ha impulsado importantes incentivos fiscales con la finalidad de que todo aquel que quiera celebrar a nuestro más insigne autor encuentre un apoyo adicional para su realización.

El objetivo de esta conmemoración es evidente: reivindicar los escritos de Cervantes y su capacidad de proyectar su magistral forma de entender la vida y el descubrimiento de uno mismo, así como reactivar una cultura con mayúsculas que nos permita afrontar no solo los retos del presente, sino también los del futuro.

Y todo ello en un clima de libertad. Por cierto, palabra especialmente querida por Cervantes y que reitera a lo largo del Quijote. Libertad, en nuestro caso, institucional, pues se ha evitado el dirigismo intervencionista y jerarquizado que, desde el poder, ha reiterado históricamente su empeño en controlar el relato de las conmemoraciones para, en esta ocasión, ensalzar la autonomía de quienes desean reflexionar y homenajear a Cervantes sin más límite que su propia iniciativa y su capacidad de ofrecer una visión novedosa sobre su figura.

Acercar al público el autor y su obra es, en definitiva, uno de nuestros principales empeños, pues, a pesar de su extensa influencia, nuestro escritor más universal sigue siendo para muchos un gran desconocido. Por todo ello, a lo largo de 2016 y gran parte de 2017 disfrutaremos de un amplísimo y variado programa que recorrerá de norte a sur el territorio nacional y que dará el salto a numerosos destinos internacionales.

Por mencionar algunas de las propuestas más significativas: si lo que desean es conocer al autor, no se pierdan la exposición Miguel de Cervantes: de la vida al mito (1616-2016), organizada por la Biblioteca Nacional de España y Acción Cultural Española.

Nunca antes se había hecho una exposición de tanto calado que recogiera la mayor colección de documentos vinculados a la vida y obra de Cervantes en todo el mundo.

En las noches de verano, el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro nos deleitará con un atractivo programa cervantino. Más de 20 espectáculos con 37 funciones, seis exposiciones y otros dos eventos especiales profundizarán en la obra de Cervantes.

Entre ellas, destaca la aproximación lúdica al universo del autor con la Cervantina, una coproducción de Ron Lalá y la Compañía Nacional de Teatro Clásico. O las producciones Rinconete y Cortadillo, de Sexpeare; El viejo celoso, de las compañías Venezia Inscena y Reymala; y Los misterios del Quijote, de Rafael Álvarez, el Brujo.

La Compañía Nacional de Danza también recalará en Almagro, como continuación de su gira española e internacional, con el ballet Don Quijote, una creación de José Carlos Martínez que ha logrado posicionarse por el público y la crítica como un éxito rotundo.

Un sinfín de iniciativas serán promovidas, también, por organizaciones de ámbito local. Entre ellas, la exposición Cervantes infinito, organizada por el Ayuntamiento de Alcalá, o la muestra itinerante Cervantes en tu biblioteca, del Ayuntamiento de Madrid.

Y de ámbito internacional, como los espectáculos de teatro y danza Teatros ejemplares, que llevan a los escenarios latinoamericanos una versión de las Novelas ejemplares de la mano de la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo.

Sin olvidar los conciertos, tanto de música clásica como contemporánea, y todas aquellas iniciativas dedicadas al fomento de la lectura y a la divulgación de nuestras letras.

Les animo a disfrutar de esta extensa, variada, rica y apasionante celebración que ha buscado articularse desde las propuestas de las instituciones y colectivos, y que por primera vez disfruta de un contacto más directo con los ciudadanos.

Cervantes es uno de los pilares de nuestra cultura común y merece por ello que, 400 años después de su muerte, su aproximación nos lleve a afirmar al unísono que "Cervantes es un lugar de encuentro para una patria, la iberoamericana, donde habitan 500 millones de hispanohablantes".