No es la primera vez que la hija de Carmen sufre acoso escolar en el Colegio Felipe II de El Escorial. En 2013 ya tuvo un problema similar. La antigua dirección del centro, aunque tardó en actuar, “abrió protocolo de acoso a la menor y el centro solucionó el problema”, explica. Sin embargo, con el cambio de director, la jefa de estudios en la etapa anterior, todo volvió a comenzar.

Además, la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del centro cuenta que “cada año el colegio está teniendo fuga de niños” y que esto se puede deber a muchos factores, por lo que el AMPA afirma que no sabe con exactitud a qué se debe la pérdida de "unos cien niños desde 2013". 20minutos no ha podido confirmar estos datos puesto que Educación cierra los cambios de centro en septiembre. Sí se ha confirmado que el colegio, que era de línea cuatro hace dos años, es de línea tres en el primer curso de Primaria: “Hay papás que sacan antes a sus hijos, de 3 a 6 años, del Gerardo Gil, el colegio de Educación Infantil adscrito, para asegurarse una plaza en otro colegio”, cuenta Carolina, presidenta saliente del AMPA y se pregunta “qué está pasando para llegar a esta situación”. “No sé qué hace el colegio, a lo mejor se ha esforzado mucho para llega a una solución, pero no está funcionando”. 20minutos se ha dirigido en repetidas ocasiones a la dirección del centro para recoger su versión, pero no se ha recibido respuesta.

En el caso de la hija de Carmen, la dirección del centro “no ha hecho nada”, según cuenta esta madre. Este año la niña ha cursado quinto de primaria en el centro, pero ya ha pedido el traslado a otro colegio en un pueblo cercano: “Inspección ha habilitado una plaza de libre disposición para la niña, pero no han hecho nada más”, cuenta Regina, una madre del centro que pertenece al AMPA del pasado curso en este colegio.

Carmen se imaginaba lo que estaba pasando con los compañeros de su hija, pero por más que preguntaba, la niña no se atrevía a decir nada. Fue, de hecho, un padre quien habló con Carmen: “Me dijo que a mi hija le pegaban todos los días a la salida del colegio”. “Otros niños relataron con posterioridad que también le pegaban dentro del colegio”.

“Uno de los chicos que pega a la hija de Carmen ya tuvo un problema similar con otra alumna que tuvo que marcharse del centro”, señala Carolina, que no seguirá en el AMPA el próximo año. “No hicieron nada con los acosadores y tendrían que haber analizado por qué el niño acosaba”, explica. También apunta que el colegio “no sabe cómo solucionar estos problemas”.

“A mi hija le rompieron un paraguas en la espalda, le cortaron con tijeras una camiseta nueva, tardó una semana en traer rota la mochila que le compramos por sacar buenas notas el curso anterior, le han pegado patadas delante de la tutora y no ha hecho nada; y siempre le desaparecía o le rompían el material de clase”, explica Carmen.

Todo esto lo hacen de forma reiterada desde noviembre de 2014. “Además, los acosadores amenazaron a los niños de su curso para que no jueguen con ella e, incluso, la niña que se sienta a su lado en clase no quiere hablar con ella, se separa la mesa”. Incluso han ido más allá y le han dicho al sobrino de Carmen, que también acude al centro, que su prima "es una puta", cuenta esta madre que se siente “impotente” ante esta situación. “Hay padres que me han llegado a decir que si pegan a mi hija, no pegan a los suyos”, señala.

“Los padres se ponen en contacto con el AMPA cuando ya han agotado todas las vías”, explica a 20minutos Carolina. Antes de acudir a la asociación de madres y padres del colegio, Carmen habló con la tutora, el jefe de estudios y la directora: “El jefe de estudios me dijo: 'La que estáis liando por nada'. La directora me señaló que mi niña no era sociable y que estaba muy revolucionada con las hormonas”.

Desde el AMPA cuentan a 20minutos que han atendido a varias familias con situaciones parecidas y que en todas ellas la dirección ha actuado de la misma forma: primero indicando que el problema no existe, luego echando la culpa al menor acosado y si se insiste primero afirman que no estaban informados y luego acaban sugiriendo que el problema está en casa”, relata Carolina.

Ante la situación que sufría esta niña, el AMPA aconsejó a Carmen llevar el caso a la Inspección Educativa y el pasado 26 de abril esta madre denunció lo que su hija estaba viviendo, adjuntando informes del psiquiatra donde se reflejaba que la niña supuestamente sufre acoso escolar.

“El centro ha activado el protocolo de acoso”, afirman desde Educación de la Comunidad de Madrid. Además, el caso “se ha analizado a través del nuevo test online que ha puesto en marcha este curso la Consejería de Educación en los centros”. Señalan, también, que “la Inspección Educativa ha hecho seguimiento constante desde que se tuvo constancia” del acoso que sufría la niña. Sin embargo, la madre afirma no haber sido informada ni por inspección ni por el centro, de que se hubiera activado un protocolo de acoso en el caso de su hija, y siguiendo las indicaciones del informe del psiquiatra, decidió solicitar un cambio de centro para el curso que viene.

Además, Educación confirma que hay un segundo protocolo de acoso abierto en el colegio. De hecho, el AMPA explica que conoce otros casos “de oídas”, pero que "si los padres no acuden a nosotros, no podemos "hacer nada".

Desde el AMPA no hablan de acoso generalizado, pero sí de “la falta de atención a la integridad del menor”. “El colegio está muy centrado en cumplir un temario, ha habido mucho cambio de normativa y mucha presión a nivel de profesorado, y algunos profesores, no todos, se apoyan en que están muy ocupados en ese sector y no pueden dedicarse a otro”.

“El caso de la hija de Carmen es un efecto de la falta de resolución porque el núcleo de sus acosadores son los mismos que hace tres cursos denunció una madre a Inspección, donde mencionó los nombres de los menores", explica Carolina. Las medidas que tomó el centro “no han debido de ser suficientes porque tres cursos han pasado y no se ha hecho un análisis de por qué estos niños siguen acosando”.

No solo son los casos de acoso, también hay problemas de convivencia que se enquistan y se van haciendo más grandes hasta convertirse en un problema, para evitar esto está la Comisión de Convivencia, que hasta “hace tres años el centro no tenía” y que se puso en marcha “a raíz de una denuncia de acoso en inspección”. En aquel momento, “el colegio se vio forzado por la Inspección para que se constituyera”, señala Carolina. Además, añade que este año “la dirección ha reunido solo una ver a la Comisión, cuando se necesitan hacer reuniones trimestrales", explican desde el AMPA, que afirma que de esta reunión no se habían enterado hasta la semana pasada.

Carmen presentó ante la Fiscalía de menores una denuncia contra el centro: “No están protegiendo a los niños cuando están en el colegio y es su obligación”. Sin embargo, la fiscalía ha archivado la causa, aunque esta madre tiene claro que quiere reclamar: “Solo quiero que la dirección pida perdón , que reconozcan que no han sabido hacer su trabajo”. “Si no valen para su cargo, que lo dejen, que los destituyan”. Aun así, Carmen reconoce que el centro cuenta con docentes magníficos que han sido vitales en la formación de su hija y que sí se preocupan por los niños en todos los ámbitos.

“Para mi hija es tarde porque se cambia de colegio, pero si denunciamos esto es porque solo queremos lo mejor para el centro”, afirma Carmen.