El Ayuntamiento de Madrid invertirá 8,2 millones de euros en renovar la calle Bravo Murillo, en el distrito de Tetuán, en unas obras que comenzarán en otoño y se prolongarán durante 18 meses con el objetivo de ganar más espacios para el peatón.

El alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, explicó, durante una visita a la zona, los pormenores de la actuación, que se extenderá desde la glorieta de Cuatro Caminos hasta la Plaza de Castilla y justificó este proyecto diciendo que, "aunque traerá molestias a los vecinos y comerciantes, supondrá la creación de un espacio de oportunidades que ahora no existe".

Prohibido abrir zanjas en 4 años

El Ayuntamiento renovará 55.000 metros cuadrados de vía pública, de los cuales 22.900 serán aceras. Así, se pretenden ganar 1.500 metros cuadrados más de espacios peatonales, en los que se instalarán 223 puntos de alumbrado eficientes y que emitan menor contaminación lumínica, 188 papeleras, 223 bancos y 753 bolardos.

Asimismo, se rebajarán los bordillos de 86 pasos de peatones para eliminar las barreras arquitectónicas, se reconstruirán, con pavimento drenante, 458 alcorques, se instalarán 96 jardineras y se plantarán 88 nuevos árboles. Para mejorar la movilidad de los autobuses, también se sustituirán más de 17.500 metros cuadrados de carril-bus.

Además, para evitar futuras obras que vuelvan a causar molestias a los vecinos, el Ayuntamiento aprovechará esta actuación para construir una nueva red de agua regenerada de más de 52 kilómetros, y negará cualquier licencia a las empresas suministradoras de luz, agua, gas, internet, teléfono, etc. para abrir zanjas en la vía en los próximos cuatro años a no ser para reparar una avería.

Reclaman parques y más seguridad

Los vecinos han acogido esta remodelación con puntos de vista enfrentados. Mientras algunos, como Adolfo, explicó a Europa Press que "la imagen que va a quedar es mejor que la que tiene ahora y además estas calles estaban mal, con muchas baldosas levantadas donde la gente tropieza", otros tenían varias reclamaciones preparadas para el alcalde.

Carmen le recriminó que no haya ningún parque en la zona. "Se ha olvidado de hablar de los niños y cuando le he preguntado (al alcalde) por ellos me ha contestado que los niños vienen de París y ya está, pero la realidad es que aquí no hay ni un solo parque donde puedan jugar".

Además, los vecinos también reclaman más zonas donde aparcar, mayor seguridad, más líneas de autobuses y "que se acabe con el problema de las palomas, que son una plaga y cagan por todas partes", añadió Carmen.