Los supermercados suben hasta un 10% el precio de la carne

Aprovechan la confusión general por el aumento del coste de los cereales. Los pequeños comercios mantienen los importes.
Una señora, comprando ayer el pan, sin sobreprecio, en un pequeño comercio del centro de Zaragoza.
Una señora, comprando ayer el pan, sin sobreprecio, en un pequeño comercio del centro de Zaragoza.
Una señora, comprando ayer el pan, sin sobreprecio, en un pequeño comercio del centro de Zaragoza.
La subida del precio de los cereales ha levantado ampollas entre la población ante el posible aumento del coste de otros productos relacionados, como el pan, la carne, la leche o los huevos. Aunque las empresas todavía funcionan con el grano del año pasado, las grandes superficies zaragozanas han aprovechado la confusión para encarecer hasta un 10% algunos alimentos,  en especial la carne, según pudo comprobar 20 minutos.

«En los mercados de toda la vida no se ha acusado todavía el aumento del precio. La carne en la mayoría de los pequeños comercios está igual o más baja que el año pasado en las mismas fechas», afirma Fernando B., que regenta una carnicería en el mercado Azoque.

Los agricultores aseguran que aunque han comenzado a vender el grano a precio más alto es imposible que la industria esté trabajando ya con él.

Guillermo Ríos, uno de ellos, lo corrobora: «Se empezó a cosechar en julio y, de momento, el pan que se compra ahora en las tiendas procede del cereal del año pasado, que era mucho más barato. Con la carne, los huevos o los lácteos pasa lo mismo».

Sin embargo, muchas grandes superficies zaragozanas ya han aumentado el precio de sus productos, sobre todo el de la carne (hasta un 10% en el pollo o la ternera).

«Los grandes comercios nos engañan porque saben que hacemos la compra de la semana y que no vamos a fijarnos en cuánto cuesta cada cosa», se queja una mujer mientras sale de un supermercado cargada de bolsas.

El precio no depende de zonas

Los alimentos de primera necesidad tienen un precio parecido en todas las zonas de la ciudad, al contrario de lo que ocurre con cafeterías o restaurantes, donde los productos pueden llegar a costar casi el doble. Las mayores oscilaciones en el precio de carne, lácteos o huevos se detectan al comparar pequeño comercio y grandes superficies, ya que los primeros no siempre pueden competir.

la voz en la calle

Mercedes S.

«Las grandes superficies ya han estrenado precios» A Mercedes le gusta saber lo que compra y quién se lo vende, por eso va siempre al mismo sitio. Sabe que es un poco más caro, pero se fía más que de los supermercados.

Fernando B.

«El precio lo marca el producto» Es carnicero desde hace años en el mercado Azoque. Posee clientela fija y sus precios no han variado apenas en los últimos años. Asegura que no resulta nada fácil mantenerlos.

Pilar I.

«Todo está caro desde la llegada del euro» Siempre compra en pequeños comercios porque le dan más confianza. Admite que todavía no ha notado un aumento en los precios, pero sigue pensando que todo es caro.

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