Grecia inició este lunes el proceso de deportaciones de migrantes desde las islas del Egeo oriental a Turquía, previstas por el acuerdo entre la Unión Europea y el Gobierno turco, con el envío de los tres primeros barcos con 204 personas a bordo desde Lesbos y Quíos. Las embarcaciones ya han tomado tierra en el puerto de Dikili.

Los dos primeros barcos zarparon a las 7.30 hora local (5.30 hora peninsular española) de Lesbos y el tercero alrededor de las 9.00 (7.00 hora peninsular española) de Quíos, este último con 66 migrantes a bordo, según los medios locales.

La agencia de noticias griega informa además de que en estos botes viajan por seguridad el mismo número de policías que de deportados.

Un total de 132 de los migrantes deportados son de Pakistán. Tambíen hay 42 afganos y 10 iraníes. Los medios helenos hablan de que entre las nacionalidades de los devueltos hay ciudadanos de hasta siete países más, entre los que se encontrarían Bangladesh, Sri Lanka e incluso Congo. Además, hay dos sirios que "por razones personales" pidieron volver a Turquía.

Los barcos han salido de los puertos sin incidentes, aunque el Gobierno griego dijo este domingo estar preparándose para posibles brotes de violencia por parte de los refugiados cuando empezaran las devoluciones, según admitió el portavoz del centro de gestión de refugiados, Yorgos Kyritsis.

La Unión Europea tenía previsto poner en marcha a partir de este lunes su plan para devolver y readmitir sirios desde Turquía pese a las críticas. La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y numerosas ONG aseguran que Ankara practica devoluciones forzosas y que no se protege a los refugiados.

El Gobierno turco ha admitido que su país está listo para recibir a 500 refugiados este lunes, aunque estas cifras podrían cambiar.

El ministro de Asuntos Europeos de Turquía, Volkan Bozkir, ha confirmado además que el país solo acogerá en campos de refugiados a los sirios que lleguen desde las islas griegas en el marco del acuerdo de devolución con la UE, mientras que repatriará a los demás ciudadanos a sus países de origen. Entre ellos están los afganos e iraquíes, nacionalidades que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) considera refugiados al hallarse sus países en guerra.

"A los sirios se les enviará a Osmaniye (un campamento de refugiados en el sur de Turquía). A los ciudadanos de otros países se les trasladará a Kirklareli (provincia fronteriza con Bulgaria) y después de los procedimientos necesarios se les enviará a sus países", señaló Bozkir a la cadena Habertürk TV.

Subrayó que esta expulsión no será inmediata, sino que los inmigrantes con motivos económicos podrían ser "un tiempo huéspedes" de Turquía, antes de ser deportados poco a poco. Para ello, Turquía hará una solicitud al país de origen y respetará los procedimientos de repatriación habituales, detalló el ministro.