El mercado de Sant Antoni de Barcelona prevé abrir sus puertas a finales del último trimestre de 2017, tras 8 años de reforma.

Las obras que tendrían que haber finalizado este 2016, se han aplazado por segunda ocasión con el objetivo de ultimar los detalles de la gran infraestructura que acogerá el nuevo mercado.

Este atraso en la fecha marcada, ya se había producido con anterioridad en junio de 2014 cuando se encontraron en las excavaciones, algunos restos arqueológicos que ahora serán exhibidos en un espacio habilitado dentro del mercado.

Actualmente, según el Ajuntament de Barcelona, se esta realizando la última fase que incluye la construcción de la estructura y los elementos comunes de los puestos del Mercado de fresco o los Encantes (espacios divisorios, los acometidos de servicios, desguaces, pavimentos, iluminació, entre otros).

Además también se prevé la finalización del pequeño espacio museístico Via Augusta, en el primer sótano, y la restauración y adecuación del espacio del foso de las murallas, según las indicaciones de los servicios de arqueología.

Una de las acciones más destacadas ha sido el apuntalado y la protección de los restos arqueológicos con la colocación de una  pantalla de contención del baluarte en la primera planta subterrània. Todo con el objetivo de asegurar los restos arqueológicos mientras se continua trabajando en la excavación.

A pesar de los atrasos, la presidenta de la Asociación de Comerciantes, Maria Masclans, asegura que "Ahora todo está funcionando mucho mejor y creemos que la obra acabarà en la fecha marcada".

Además, Maria Masclans, explica que estos años de demora también han supuesto una dificultad añadida para el negocio de los comerciantes.

"La carpa está bien, pero nos ha dificultado desde el principio porque estamos muy limitados. Sobre todo nos ha afectado por dos motivos, uno de ellos es la localización" y ha añadido, "Sin embargo, también hay que decir que hemos cogido una época de crisis muy mala, porque años atrás han habido otras carpas que sí han hecho negocio"

Los comerciantes también han contribuido en la remodelación del edificio que en 1882 fue concebido por Antoni Rovira i Trias.

"En el antiguo mercado nosotros teníamos un sitio, que ahora hemos pagado para su reforma. Se puede decir, que hemos contribuido pagando el suelo donde pondremos nuestro puesto" cuenta Maria.

Con esta reforma se llegará a los 40.000 m2 edificados y 11.500 m2 de superficie comercial. Además de que los vecinos recuperarán los patios interiores del mercado como plazas públicas.

Según el Ajuntament de Barcelona, esta previsto que el coste total de la reforma sea de 60 millones de euros y que termine en aproximadamente 16 meses. En octubre de 2016, hará 7 años desde que empezara en 2009 el proyecto de reforma.