La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, firmó este martes con los alcaldes de Lesbos (Grecia), Spyros Galinos, y la de Lampedusa (Italia), Giusepinna Nicolini, un acuerdo de colaboración entre ciudades ante la crisis de refugiados, mediante el que la capital catalana prevé prestar apoyo técnico, logístico y de promoción.

Técnicos municipales se desplazaron a Lampedusa y Lesbos para ofrecer la colaboración de Barcelona y lograr "una alianza no paternalista o asistencial, sino entre iguales, entre ciudades que no se resignan a una Europa deshumanizada", dijo Colau en una rueda de prensa a la que asistieron los líderes municipales de CiU, Xavier Trias; de ERC, Alfred Bosch; del PSC, Jaume Collboni; de la CUP, Maria José Lecha, y el concejal de Ciudadanos Paco Sierra.

La regidora resaltó que este es un acuerdo marco que prevé colaborar con las dos ciudades mediante los servicios técnicos de Barcelona y también con el intercambio cultural y la promoción económica, además de "apoyo político para ayudar a llevar sus voces a Europa", dado el renombre internacional de la ciudad y su participación en organizaciones internacionales.

Colau anunció que Barcelona ha sido escogida junto a otras cuatro ciudades —Madrid, Atenas, Ámsterdam y Helsinki— para formar un grupo de trabajo sobre estrategias de integración de refugiados y migrantes, mediante el que la capital catalana pretende transmitir también las voces de ciudades como Lesbos y Lampedusa a la UE.

Tras destacar que el Ayuntamiento ha aprobado una partida de 200.000 euros más de ayuda a entidades humanitarias en zonas de tránsito, Colau dijo que el convenio es el inicio de una relación de colaboración y aprendizaje mutuo y para "alzar las voces de unas ciudades que quieren que el Mediterráneo sea un espacio común de cultura, arte, ciencia y encuentro, cuando está en riesgo de convertirse en un enorme cementerio" e invitó a otras ciudades a sumarse a esta colaboración.

"Hemos visto que los estados de Europa no estaban a la altura y no daban cumplimiento a sus obligaciones en materia de legislación referente al asilo, pero también hemos visto a la ciudadanía, a ciudades, a territorios y a pueblos de Europa que sí han estado a la altura y han sabido dar una respuesta no sólo ética y política, sino también material y práctica, haciendo todo lo que pudieran más allá de lo que dijeran las normativas europeas", defendió la alcaldesa.

Después de criticar que la cifra de 18 refugiados que ha acogido España es vergonzosa, Colau destacó que Barcelona siempre ha sido una ciudad solidaria y comprometida con los Derechos Humanos y la vida en todo el mundo, y afirmó que la ciudad esperaba una respuesta del Gobierno central pero no ha sido así: "La UE está fallando, el Estado español está fallando y está siendo cómplice de la muerte y el sufrimiento".

La regidora recordó que el Consistorio ha interpelado a instituciones —también al presidente del Gobierno central en funciones, Mariano Rajoy—, ha incrementado fondos de cooperación y ha reforzado el Servicio de Atención al Inmigrante, al Emigrante y al Refugiado (Saier). Este atendió a 1.371 personas en 2014, el triple que en 2013, ha doblado las plazas y ha aumentado los recursos. La capital catalana ha hecho "todo lo que ha podido a nivel de ciudad", dijo, "pero no es suficiente", admitió.

Colau anunció que este miércoles se reunirá con el alcalde de Atenas, Giorgios Kaminis, con quien abordará cómo afrontar la situación y planteará cómo trabajar en mecanismos de reubicación de refugiados entre ciudades. También acompañarán a su homólogo de Lesbos a un encuentro con la Fundación FC Barcelona, dispuesta a colaborar.

Tras exigir "detener las estrategias de criminalización hacia los refugiados y quienes les ayudan" y criticar que este lunes se detuviera a periodistas y activistas en Macedonia, detalló que la dirección de correo electrónico que el Ayuntamiento habilitó para canalizar las ofertas de ayuda ha recibido 4.000 mensajes —además de llamadas y cartas por otras vías—.

La alcaldesa confió en que los Estados de la UE no ratifiquen el acuerdo planteado con Turquía, que tachó de "inmoral e ilegal", y expresó el apoyo del Gobierno municipal a la movilización prevista para este miércoles en la plaza Sant Jaume para rechazarlo.