El Gobierno vasco ha defendido, en una declaración institucional, la necesidad de dar una "respuesta rápida, eficaz y humana" al "dolor e impotencia" por la "injusticia" que sufren los refugiados y que es el "máximo exponente de la profunda crisis de valores del Gobierno europeo" y de los Ejecutivos estatales de la UE.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha sido el encargado de dar lectura a esta declaración en la sede de Lehendakaritza, acompañado de los miembros de su gabinete.

Tras destacar que "Europa ha sido siempre el sueño de Euskadi, una Europa unida y con alma", ha asegurado que, en la actualidad, se vive un "brusco declinar del alma europea".

"La injusticia que están sufriendo las personas que buscan refugio produce perplejidad, dolor e impotencia. Nos sentimos afectados en nuestras más profundas convicciones éticas y democráticas. Nos sentimos interpelados en la médula misma del humanismo que da sentido al proyecto europeo", ha indicado.

El lehendakari ha subrayado que esa injusticia es "el máximo exponente de la profunda crisis de valores del Gobierno europeo y de los Gobiernos europeos, que anteponen valores instrumentales al valor de la persona" y, en este sentido, ha señalado que Euskadi tiene ncesidad de "hacer escuchar su voz crítica".

En este sentido, el Gobierno vasco apela a recuperar los valores éticos e indica que "el espíritu humanista, la persona situada en el centro del proyecto europeo son nuestro baluarte para hacer frente a la indignidad, la vergüenza y la insolidaridad que estamos padeciendo".

Respuesta rápida y humana

Tras asegurar que, en algún momento, "hemos sido refugiados y acogidos" por otros países, Urkullu ha señalado que el Gobierno vasco asume el "compromiso de dar una respuesta rápida, eficaz y humana a la crisis de las personas refugiadas".

En la declaración, el Gobierno vasco reclama la recuperación de los compromisos de solidaridad, responsablidad y legalidad. En este sentido, asegura que Europa tiene que "asumir la responsabilidad en la defensa de los derechos humanos y la dignidad de las personas, de cada persona", y el "deber de cumplir con el derecho internacional".

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