La Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, ha propuesto este miércoles priorizar las becas comedor extraordinarias —que cubren íntegramente el coste de las comidas que se realizan en el comedor escolar— por encima de las ordinarias —que cubren una parte—.

Vilà ha recomendado al Comisionado de Educación y Universidades del Ayuntamiento que considere su aplicación para dar respuesta a las situaciones de necesidad.

Tras recibir una queja de la Fapac y diversas Ampas en el marco de la campaña SOS Beques Menjador, Vilà ha defendido en un comunicado que el Ayuntamiento debe prever una partida abierta de presupuesto para poder incorporar al sistema de becas los casos en los que puedan generarse esta necesidad.

Ha destacado que el 14,2% de los menores entre tres y 16 años de Barcelona —unos 26.571— se encuentran en una situación de carencia material severa, mientras que estas ayudas extraordinarias en este curso se han situado en 12.077, y ha criticado que un 20% de las solicitudes de becas comedor se deniegan por no cumplir los requisitos de las convocatorias.

En su informe, la Síndica reconoce el "importante esfuerzo llevado a cabo por el Ayuntamiento desde el pasado mandato y el inicio del actual" para incrementar las cantidades destinadas a las ayudas de becas comedor —con aumentos de hasta el 30% y del 51% en las ayudas extraordinarias—, pero considera que es insuficiente.

Vilà ha insistido en que, según datos de diciembre, en este curso se han concedido 22.464 ayudas individuales de comedor, de las cuales 12.077 son extraordinarias, por lo que "la distancia a recurrir entre los presumibles 26.571 niños en situación de carencia material severa y los 12.077 que han recibido la ayuda extraordinaria todavía es muy significativa".

También ha recomendado que los alumnos de secundaria sigan teniendo acceso a las ayudas individuales de comedor sin la necesidad de tenerse que desplazar a otros centros educativos, y plantea también que se estudien medidas correctoras para minimizar el impacto del periodo de tramitación de ayudas, especialmente en los centros de barrios con índices de necesidades más elevados.

La Síndica —actualmente en funciones y que opta a la reelección— ha detallado que algunas de las zonas con más familias en situación de vulnerabilidad son el distrito de Ciutat Vella, la franja del Besòs y algunos barrios de Ciutat Vella, Sants-Montjuïc y Horta-Guinardó, territorios en los que pide definir las medidas que se deben poner en marcha para responder a las necesidades.

Ha señalado que los principales motivos por los que se deniegan las solicitudes de ayudas o directamente no se presentan pasan por que no se cumple el Indicador de Renta de Suficiencia de Catalunya (IRSC) —fijado en 7.967 euros anuales por persona— y la declaración de la renta, elementos que considera que pueden excluir a personas en situación de necesidad.

Así, apuesta por modificar el sistema de cálculo para la concesión de las ayudas para lograr un reconocimiento real de las situaciones en las que son necesarias, teniendo en cuenta condiciones incluidas en el índice aplicado en Europa sobre el Riego de Pobreza y Exclusión (Arope, por sus siglas en iglés), como disponer de unos ingresos inferiores al 60% de la renda media disponible y una carencia materia severa.