"Pensamos que la bomba nos la habían puesto a nosotros"

Un vecino de la calle Urkiaga Torre de Durango, la más afectada por el atentado contra el cuartel de la Guardia Civil, ha declarado que al oír el "estruendo terrible" causado por la explosión se ha levantado de la cama "pensando que la bomba nos la habían puesto a nosotros".

La explosión de una furgoneta Citroen C-15 cargada con explosivos junto al cuartel de la Guardia Civil de Durango ha causado heridas leves a dos agentes del instituto armado y ha provocado cuantiosos daños, tanto en las instalaciones de la Benemérita, como en los edificios y vehículos estacionados en las cercanías.

La explosión ha roto cristales y ha desencajado puertas y persianas de los cuatro edificios de la calle Urkiaga Torre, cuyos propietarios recogen los restos y desperfectos desde que se ha producido la deflagración poco después de las 3:15 horas.

José Segura, residente en esta calle, ha explicado que la explosión produjo un "estruendo terrible", hasta el punto de pensar que "la bomba nos la habían puesto a nosotros".

Este vecino, que se declaraba "completamente harto" de la violencia terrorista, ha señalado que es la segunda vez que sufre daños por un atentado terrorista, ya que su vehículo particular resultó afectado en un ametrallamiento contra el cuartel de la Guardia Civil de Durango perpetrado hace unos años y por el que, aseguraba, no fue indemnizado.

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