Jimmy Savile, el expresentador de la BBC fallecido hace casi cinco años y que fue una auténtica celebridad en Reino Unido, abusó de 72 personas —entre ellas 57 mujeres y 15 varones, algunos niños—, sin detención, durante décadas. Los abusos incluyen ocho casos de violaciones.

Gracias a la publicación de un informe de 370.000 palabras realizado desde el año 2012 por Dame Janet Smith, publicado actualmente y  recogido por medios británicos, se conoce que, a pesar de lo que había sucedido con Savile, las trabajadoras de la BBC no denunciaron el abuso potencial debido a que era una de las caras principales del medio. Uno de los 800 entrevistados declaró que tenían que "mantener la boca cerrada" porque "él es un VIP ".

"Savile tenía un apetito sexual insaciable", escribe Smith. "Estaba obsesionado con el sexo". Savile invitaba a chicas jóvenes a verlo actuar  en sus programas de radio o televisión como una primera toma de contacto. "Usó su estatus de celebridad, su influencia en la BBC y sus contactos con otras estrellas como cebo con el que acercar a las chicas jóvenes a su esfera".

Sus víctimas eran en mayor parte mujeres de 15 o menos años y entre los hombres se encuentra el caso más joven, el de un niño de ocho años de edad. Su ataque más reciente fue en 2006 cuando tocó indecentemente a una mujer tras el rodaje del último episodio vez del programa 'Top of the Pops'. En ese momento, el presentador tenía 79 años.

Usó su estatus, su influencia y sus contactos como cebo con el que acercar a las chicas jóvenes a su esfera

En el informe, además de estudiar la conducta de Savile, se examinan los abusos sexuales perpetrados por Stuart Hall, otra de las estrellas de la cadena, que fue absuelto en diciembre tras cumplir la mitad de una pena de cárcel de cinco años por las agresiones indecentes contra 21 niñas de entre nueve y 17 años.

Asimismo, los factores culturales en la empresa impidieron al personal de reportar quejas. Una "cultura macho" en los presentadores provocó actitudes sexistas y acoso sexual dentro de la cadena, creando un "clima de miedo" que llevó a muchos empleados a guardar silencio acerca de  los sucesos. Smith encontró personal de la BBC "más preocupado por la reputación de la cadena que por la seguridad de los niños".

Además de los supervisores y el personal no identificado o los técnicos que trabajaron en programas como Top of the Pops, otras muchas personas sabían o sospechaban que Savile se estaba comportando de manera inapropiada o ilegal.

Por este motivo, el informe recomienda que "la BBC debe someterse a un periodo de autoexamen". "La entrega de estos informes presenta una oportunidad para que la BBC tome medidas que garantincen que esta historia no se repita".

En cuanto al organismo informativo, Smith llegó a la conclusión personal de que podría haber detenido estas actuaciones, pero no lo hizo.  Algunos miembros del personal de la BBC —joven y de nivel medio— sí que estaban al tanto de las conductas de Savile y Hall, pero no hay evidencia de que ningún miembro superior tuviera algún tipo de información al respecto. Sin embargo, en última instancia, el informe concluye que no hay evidencia de que la entidad corporativa estaba al tanto de la conducta de sus empleados y por lo tanto no puede ser condenada por ningún delito.