El pasado jueves Juan Manuel Montilla, el Langui, se disponía a volver a su casa en un autobús interurbano de la Comunidad de Madrid, cuando el conductor le negó el acceso. Ante la negativa, el Langui plantó su silla de ruedas frente al autobús durante más de media hora, bloqueando su paso, para protestar por esta decisión. Y lo ha vuelto a hacer, otras dos veces.

"Llevo ocho años utilizando esta línea de autobús con este tipo de silla de ruedas. De la noche a la mañana han dicho que sillas con manillar no, pero no hay normativa ninguna que lo diga" afirma el Langui, que explica que "hay un vacío legal en Madrid, pero la ley europea dice que tienen que atender a las personas con movilidad reducida".

Los conductores le han explicado que "han recibido una fotografía en el Whatsapp por parte del Consorcio, explicando que otro usuario con una silla con manillar, como la mía, se cayó en un frenazo y que no son seguras".

Desde la plataforma 'Si Se Puede San Martín de la Vega' explican que es solo una excusa. "No es que su silla de ruedas se pueda desbocar, es que no cabe más gente en los pasillos", explica Javier Alejo que agradece al Langui que se haya convertido, aunque accidentalmente, en "un catalizador del problema que tenemos todos los vecinos con el transporte público".

El jueves 18 y el viernes 19, el Langui se enfrentó solo a esta situación. Intentó negociar con los conductores pero le fue imposible entrar en ellos, por lo que bloqueó su paso a modo de protesta.

"La Veloz ha cambiado recientemente la flota de autobuses, antes eran de piso bajo y no había ningún problema. Ahora parecen naves espaciales pero no dan buen servicio", explica a 20minutos.

"El jueves acudió la policía y no encontró ninguna normativa que impidiese entrar con sillas con manillar en los autobuses interurbanos, por lo que fueron ellos los que denunciaron a la empresa", señala.

El lunes 22, miembros de 'Si se puede' acompañaron al artista en su protesta, coincidiendo con que este miércoles se desarrolla un pleno en el Ayuntamiento para tratar el empobrecimiento de los servicios de tranporte en la localidad.

El Langui ha conseguido con sus protestas que el consejero madrileño de Transportes, Pedro Rollán, se reúna este jueves con él.

Tras conocer el nuevo incidente, el consejero de Presidencia madrileño Ángel Garrido ha lamentado lo ocurrido y ha admitido que "es cierto que el reglamento de viajeros no contempla el acceso de este tipo de vehículos, hay un vacío legal que hace que a veces se produzcan situaciones que pueden ser de tensión".

La asociación de discapacitados CERMI ha exigido al Consorcio Regional de Transportes de Madrid que regule de forma urgente el uso de la plataforma central de los autobuses urbanos e interurbanos en toda la región.

En la ciudad de Madrid, de los 1.900 autobuses de la EMT son accesibles y disponen de rampa de acceso, mientras que en el Metro un 30% de las estaciones (90) carecen de ascensor.

Entre 2010 y 2014, la Comunidad de Madrid ha reducido un 67,74% el presupuesto para accesibilidad y la supresión de barreras arquitectónicas, según los datos que el Consejo para la Promoción y Supresión de las Barreras Arquitectónicas ha facilitado a FAMMA. En 2010, el Gobierno regional destinó 87.312.527 euros a la eliminación de barreras arquitectónicas, mientras que en 2014 el presupuesto se situó en 28.163.645 euros. De 2015 aún no se han hecho públicos los datos.

La red de Metro de Barcelona es líder en accesibilidad en Europa, con 121 de las 139 estaciones (el 87%) adaptadas. No ocurre lo mismo con los autobuses, cuyas rampas en muchos casos no funcionan, según denuncian desde ECOM.

En Sevilla, tres de los 401 autobuses de la red urbana no tienen rampa, mientras que todas las estaciones de la única línea de Metro con la que cuenta la ciudad son accesibles.

En Valencia, según datos de la EMT, el 100% de la flota de autobuses son accesibles en distintos grados (rampas, cinturones de seguridad para sillas, altura del vehículo, etc.). Metrovalencia solo tiene una estación, València Sud, que no está adaptada.