La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Cuenca acordó en su última reunión y a instancias del alcalde de la ciudad, Ángel Mariscal, iniciar la modificación del reglamento general de viajeros para permitir a los usuarios del transporte urbano viajar con sus mascotas. Una medida que se tomará atendiendo también a las "muchas quejas de turistas que se trasladan a Cuenca en AVE con su mascota y en el autobús no se les permite pasar", según ha explicado el portavoz del equipo de Gobierno municipal, José Ángel Gómez.

En rueda de prensa, Gómez ha agregado que es una medida que desean implantar "de forma inminente" para que el turista "cuando venga, sepa lo que tiene que hacer".

En principio, afectaría a perros y gatos y en torno a su implantación se está estudiando el "acotar, probablemente, por tema del peso" de las mascotas, que tendrán que viajar en la parte de atrás del autobús, dado que los que circulan por Cuenca capital no disponen de maletero, y "en su trasportín correspondiente", que deberá tener unas dimensiones con las que se consiga el "equilibrio" entre los "amantes de los animales que viajan con ellos y la gente que viaja en el autobús y a la que no le apetece el contacto directo".

"Esta mañana ya teníamos datos y ahora tenemos que seguir los trámites oportunos", ha dicho el portavoz, para añadir que el objetivo es que el usuario que no viaja acompañado "tampoco se sienta mal".

Una norma por la que el dueño tendrá que pagar parte del billete de su mascota y que, "por lógica", ha defendido Gómez, debe "afectar" a todas las líneas, ya que, aunque "será un caso de cada mil viajeros", si un turista llega a Cuenca en AVE y se traslada hasta el centro en autobús "y de ahí quiere subir al casco antiguo, tendrá que enlazar".

Preguntado por la futura reestructuración de las líneas de autobús, Gómez ha admitido que el Consistorio se encuentra "esperando propuesta definitiva por parte de la concesionaria actual". "Tenemos que hacer un ejercicio de responsabilidad", ha espetado en este sentido, para recordar que el equipo de Gobierno no puede "cometer los mismos errores que se cometieron en 2006", que ha calculado en dos millones de euros "y puede llegar a costar seis millones de euros".

"No puede llegar el político de turno y dar las líneas que quiere sin haber realmente una contrapartida presupuestaria", ha reflexionado, aunque ha subrayado que la ciudadanía "no va a ver resentido el servicio", pues las líneas "más importantes van a seguir".

Tras admitir que es posible que "alguna línea" deficitaria sea suprimida, Gómez ha aseverado que el Ayuntamiento debe ser "eficiente" y no puede "pagar lo que no tiene".

Problema de los "gorrillas"

En otro orden de cosas, el portavoz municipal ha anunciado que, también por iniciativa del primer edil, se modificará la ordenanza de convivencia ciudadana con el fin de intentar atajar "el problema" de los conocidos como "gorrillas" que, ha lamentado, "en muchas ocasiones ahuyentan a los turistas" en puntos como la Plaza Mayor y el Castillo, pero también en el Parador Nacional, el Hospital o la estación de autobuses.

Una modificación que se planteará "en próximas fechas" y que llevaría aparejada una multa o sanción que podría alcanzar los 300 euros para estas personas que, ha admitido Gómez, "probablemente no podrán pagarla". Personas, ha continuado, que "se intentan ganar la vida de esa forma", un método que, ha criticado, "no creo que sea el más adecuado".

"Somos una ciudad Patrimonio de la Humanidad y tenemos que estar a la altura de las circunstancias", ha concluido.