El exvicepresidente de la Xunta, el nacionalista Anxo Quintana, ha advertido de que "Galicia, guste o no, no está" presente en las negociaciones para la investidura del socialista Pedro Sánchez, mientras que "Valencia" sí, y "por supuesto" también Cataluña y Euskadi. "Desgraciadamente, Galicia no existe en esta movida", ha manifestado.

A preguntas de los medios sobre si considera que Galicia tiene peso en las negociaciones, Quintana ha contestado que "Galicia no está teniendo ni mucho ni poco peso: no está teniendo ninguno". "Esto no quiere decir que no haya diputados gallegos de todas las fuerzas políticas que estarán muy preocupados por que, en todo esto, Galicia esté presente", ha apostillado.

Quintana ha coincidido este viernes en la presentación de una tesis doctoral en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidade de Santiago de Compostela vinculada con la agenda mediática y política de las elecciones de 2009, en las que el PP recuperó las riendas de la Xunta tras cuatro años de ejecutivo de PSOE y BNG.

"Cada uno, desde su perspectiva, estará trabajando, pero la visualización práctica de lo que la gente ve es que Galicia no está", ha abundado el exvicepresidente del Gobierno, quien, preguntado por quién debería pilotar que este territorio tuviese la mencionada presencia, ha manifestado que "los propios gallegos y gallegas".

"Si esto fue así es porque los gallegos prefirieron que fuese así y a todos toca sacar conclusiones y experiencias y ver si es posible mejorarlo para el futuro", ha analizado Quintana, quien, a la pregunta de si el BNG —en pleno proceso asambleario—, debería pensar en las elecciones gallegas con esas claves, ha concluido que "lo que debe hacer el BNG no debe hacerlo pensando en las autonómicas".

"Porque incluso hay otras decisiones antes de las autonómicas. Lo que tiene que hacer el BNG, pienso yo, es buscar una fórmula que le permita ser un proyecto útil para la sociedad gallega", ha advertido.

Críticas a rajoy

Sobre las negociaciones en Madrid, Quintana ha ironizado con que "cualquiera recomienda nada en estos tiempos", tras lo que ha constatado que "hay una voluntad, como se vio en la elecciones" del pasado 209 de diciembre de que "haya un cambio" en el Gobierno.

Eso sí, se ha mostrado "sorprendido" con la "falta de respeto institucional que se está viendo en todo este proceso". "A veces uno tiende a compararlo con otros tiempos en los que uno tenía responsabilidad", ha recordado, para considerar, a renglón seguido, que "si cosas que pasan hoy pasasen hace seis años, serían imposible" continuar y "en tres días (el político) estaría fuera de la vida pública".

Al respecto, se ha referido, sin mencionarlo explícitamente, al presidente del Gobierno en funciones y candidato del PP, Mariano Rajoy. "Que a un político se le encargue por parte del jefe del Estado que se presente a una investidura y que le diga que no, y que por encima siga entorpeciendo esa labor de creación de un gobierno, eso ahora se ve con normalidad e incluso como con cierta habilidad política; y eso, hace siete años, era totalmente imposible, significa la muerte política de quien lo hiciese", ha analizado.

En todo caso, ha esperado que "finalmente pueda ser un resultado que responde al sentir mayoritario de la gente", y ha añadido que, lejos de "vaticinios" entiende que "está pesando mucho la tesis de tener que repetir las elecciones o no".

"Desde fuera, creo que está atenazando a unos y otros para dar pasos en firme para constituir un gobierno", ha observando, antes de concluir que "si esa eventualidad no existiese, seguramente las cosas serían más rápido, porque se darían sí o sí".