No es que el protoclo de abuso a menores existente en Cataluña desde 2006 fallara en el caso que apunta al maestro de los Maristas Sants-Les Corts Joaquín Benítez. Es que dicho protocolo no se llegó a activar.

A esta conclusión ha llegado el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, tras estudiar la información recabada sobre los casos de presuntos abusos sexuales en la escuela concertada Maristas Sants-Les Corts y el concreto de Benítez, denunciado por un menor y archivado en 2011, y que ahora ha saltado a la luz a raíz de otra denuncia de cuatro exalumnos, la cual sigue su curso en los juzgados, y de la propia confesión del maestro.

El Síndic acusó este martes en rueda de prensa de este cúmulo de «fallos, descoordinación y falta de comunicación» directamente al Govern, concretamente a los departaments de Treball, AfersSocials i Famílies, de Justícia, de Interior y de Salut de la Generalitat, así como a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya y a la Delegació del Govern.

Representantes de todas estas instituciones y la consellera d'Ensenyament, Meritxell Ruiz, han estado este martes por la mañana presentes en una reunión con el Síndic anterior a su comparecencia pública.

Ninguna de las administraciones ha rebatido la opinión expresada por Ribó y volverán a reunirse el próximo 17 de marzo para mejorar los instrumentos públicos de proteccción al menor, ha anunciado Ribó. Sobre la escuela concertada implicada, el Síndic concluyó que esta «ocultó» los hechos.

El protocolo marco contra abusos sexuales a menores, creado en 2006 a raíz del caso Alba (la niña de 5 años que sufre una discapacidad del 90% tras la paliza que le propinó su padrastro).En 2012, los departaments de Ensenyament y Benestar social firmaron un protocolo de actuación bilateral, que tampoco ha funcionado.

El defensor del pueblo catalán exige «más actuación y coordinación» de las instituciones y que el cumplimiento del protocolo «sea obligado en todos los centros». También propone que cada escuela catalana cuente con un profesional que conozca y aplique dicho protocolo y que se forme a docentes y alumnos en tan sensible materia.

El Síndic asegura que la escuela «no actuó siguiendo el principio de interés superior del menor» y que aunque denunció los hechos en 2011 ante la Fiscalía del TSJC (que no los investigó) no los comunicó ni a Ensenyament ni a la Direcció General d’Atenció a la Infància (DGAIA). Maristas tampoco investigó si había más alumnos afectados. Ensenyament «no hizo cumplir los protocolos» de abusos en los colegios y los Mossos d'Esquadra recabaron información en el centro pero ni activaron el protocolo ni contactaron con la DGAIA.

El consistorio barcelonés solicitará la retirada del concierto educativo a la escuela Maristas Sants-Les Corts en caso de que se demuestre que este centro no cumplió con los requerimientos establecidos por los protocolos de actuación ante los casos de abuso a menores.

Lo ha anunciado este martes el comisionado de Educació i Universitats, Miquel Àngel Essomba, drante la comisión de Drets Socials, Cultura i Esport. El Ajuntament también estudia personarse en la causa judicial a favor de las víctimas.